Ivy Halsey
Nació: En Florida el 4 de Noviembre de 1988 – Escorpio
Personalidad: Manipuladora, narcisista y egocéntrica. Protectora con los suyos y con palabra. Está obsesionada con el poder, con sus ideales y valores. Tiene diagnosticado Psicopatía tiránico. Suele ser amable pero mal hablada, sarcástica y sátira a la hora de hablar. Pero la educación con terceros la tiene en sus principios inculcados por su abuelo a la fuerza (le costó mucho al pobre hombre que ella diera las gracias por algo).
¿Qué le gusta?: Adora el poder, el dinero y su familia. El granizado de sugus, la fanta naranja y las pizzas con todo tipo de quesos. Viajar y por supuesto el tabaco, cosa que intento dejar desde hace años, bueno..es mentira. Los tatuajes, y la Colt 22 que le regaló su abuelo. Y follar, claro está…
¿Qué odia?: Odia completamente a las mujeres florero, que se venden como objetos o tienen necesidad de enseñar carne para ser alguien o llamar la atención. Que le quiten la razón, la infidelidad y no ser ella misma la justicia.
¿A que se dedica?: Su tiempo libre lo pasa en su estudio de tatuajes o tatuándose. El resto del tiempo lo dedica a la familia, a sus gustos, sus estudios y demás negocios, y dedicarle tiempo a desarrollarse en cualquier ámbito que le llame la atención.
¿Intención en Los Santos?: Poder, poder y más poder. ¿Ya dije poder? Cuando se enteró de que en Los Santos reinaban delincuentes de mierda. Vergüenza es lo que siento al ver que energúmenos así se dedican a manejar la ciudad. Una vez llegó y manejó los asuntos que le interesaba, prefirió apartarse temporalmente al ver que iba a correr sangre por las calles. Así que ahora mismo, estar tranquila y ver como avanza la ciudad desde una posición segura hasta que la vida la lleve por un lado u otro.
Debilidades: No le tiene terror, pero si bastante "respeto" a las alturas, el amor, ha crecido con unos principios y fijándose en su entorno, en el que sus padres llevan más de 40 años juntos, y ella está obsesionada con que encontrará a alguien para siempre, donde la lealtad no fallará. No puede estar quieta y tiene un buen desgaste mental, hasta llegar a tener momentos en los que su realidad es tergiversada por su forma de pensar. Demasiado egocéntrica y con problemas para hacer amistades. Suele intimidar, aunque los últimos años ha procurado pasar desapercibida. Es deshonesta, avariciosa y cruel.
¿Apodos?: Heavy Metal - Heavy - Ginebra
Orientación sexual: Bisexual
Nací el 4 de noviembre del 1988, en Florida. Soy la hermana mayor de los 4, melliza de Klaus Halsey. Nos llevamos a matar pero el uno sin el otro no existiríamos. Desde bien temprano, empecé a moverme por los peores lugares de Florida, todo gracias a la protección que tenía de mi abuelo, Marco y mi padre, miembros de una de las mafias más importantes que habían en Florida, concretamente Miami. Liderado por un siciliano llamado Marco, el cual apodaban El Todo. Básicamente, nada ocurría sin que él se diera cuenta, tenía ojos en todos lados. Él era la ciudad, la ley, la justicia, el todo.
Era intocable, nadie me tosía, ni a mi, ni a mis hermanos. Crecí con la idea de ser igual de respetada que Marco y mi abuelo. Mi abuelo es de Alemania, de donde se tuvo que ir sin nada al primer lugar que le acogieron. Mi abuelo el cual también se llamaba Klaus tuvo una vida muy dura y difícil, muy pronto fue padre y mi abuela murió al poco tiempo. Teniendo que quedarse él solo con el que es mi padre, un mafioso, con deudas hasta las trancas y un crío al que educar.
Por eso nuestro vínculo con Marco es tan fuerte, fue quien acogió a mi abuelo y mi padre, quien estuvo allí en las malas, también quien dio trabajo a mi familia, protección, contactos, en fin...todo.
Cuando mi padre se enteró que iba a ser padre y encima de mellizos, se formó una fiesta en el restaurante de Marco, éramos también los nietos de Marco, también era mi abuelo.
El restaurante era un punto de reunión de mucha gente, inclusive policía. Y sí, esto no es como te cuentan que la policía es la ley y bla bla bla.. Un gran número de policías, sobre todo los que más suben, son corruptos.
Él me enseñó junto a mi abuelo todo lo que sé, ellos me dieron la libertad de ser quien soy, la mentalidad y la fuerza de la que disfruto ahora mismo. Lo que creo y lo que defiendo, es gracias a ellos, como me muevo, como pienso, como actúo.
Imaginate estar rodeada de gente que solo ha visto delincuencia, y llamarlos titos, abuelo, padre..
Muchos de ellos teniendo en sus espaldas más de la mitad de sus vidas entre rejas. Y mi abuelo presumiendo de sus primeros nietos, de como la niña llevará sus riendas, de como el niño (mi hermano Klaus) será muy poderoso. Conmigo no fallaron, con mi hermano bueno, con mi hermano de poderoso será en el Burger King.
Cuando nacimos mi abuelo Klaus y Marco no permitían que nadie subiera a la planta en la que estábamos con las enfermeras sin ser revisados, chanchullos, no me preguntes cómo era posible que le permitieran hacer eso.
La policía sabía a que se dedicaban, pero mantenían la paz, mantenían el equilibrio, un trato más que acorde a la situación en la que se vivía en Florida y más en Miami. Hubo una época en la que las organizaciones criminales triplicaban lo que hay actualmente. La policía no daba a basto y fue una entrada de drogas, armas y delincuencia sin pausa.
Así qué, una vez sabiendo la policía quien parte el bacalao, prefieren saber quien maneja todo y que esos no permitan el desmadre, que qué hayan 5 organizaciones haciendo lo que se les viene la gana. En ocasiones venía el Jefe de Policía de la zona a cenar al restaurante de Marco y quedarse hasta cerrarlo. Cuando eran alrededor de las 2 de la mañana se sentaban a hablar de sus cosas, corrupción? y tanto, yo solo sé que encontraba en sus mesas muchos papeles, entre ellos cheques firmados con varios ceros.
Recuerdo que un día llegué muy tarde de fiesta, mi hermano Klaus se quedaba en el ordenador jugando al WoW y todo eso, y al llegar a mi casa, estaba mi abuelo muy pensativo. Yo pensaba que me iba a soltar una bronca terrible, hizo que me sentara a su lado, y sacó de debajo del sofá una Colt de calibre 22, totalmente negra, con un grabado en el que ponía mi nombre de color plateado. Recorrió por mi cuerpo una sensación entre miedo y alegría. Ese momento fue para mi, como la charla que no me dieron cuando me vino la regla.
Esa noche fui a dormir con un contento curioso. A mi hermano le regaló al día siguiente un vale con 300 dólares para poder comer en cualquier buffet durante ese año, el cual la menda se apuntaba. En fin, nos conocían muy bien.
Estábamos bien acogidos, y por nuestras vidas han pasado personas muy peligrosas, como Jonny tres dedos, el cual su hija es amiga mía y no le llaman tres dedos por algo, le llaman Jonny Tres Dedos ya que siempre te dará el consejo de que, a una mujer se le hace feliz solo con 3 dedos. Siempre cuenta lo mismo, las enamora con los 3 dedos el de mover el dinero y el de un buen polvo con calentamiento inicial. El Noruego, no era noruego, pero soñaba con ir a Noruega y tener una casa por ahí perdida cuando se fuera a despegar de todo este mundo. Allí todos teníamos alias, mi abuelo El Alemán, mi padre El Pequeño... y así. Tú no eliges tu mote, lo eligen los demás, es así que empezaron a llamarme La broncas, no me preguntes el motivo, si soy todo amor y todo cariño. Mi hermano era el Gordi.
Una infancia en el que no me faltó de nada, poco a poco curtida en este mundo, con las ideas bien claras y aprendiendo de los mejores, sin duda alguna.
Marco y Klaus estaban orgullosos de mi, viendo como iba mejorando en mi habilidades, en mi conductas de liderazgo, en mi carácter. Como me volvía cada vez más dura, más seria, más letal.
Costó mucho por parte de mi abuelo y de Marco que fueron los que más se volcaron en mi para que tuviera una vida lo más social y normal posible. Cuando tenía 6 años aproximadamente, me encontró mi abuelo intentando apuñalar al gato del vecino que a veces se colaba en casa. Ya siempre vieron cosas raras en mi, como que no lloraba de pequeña en la cuna, los millones de palizas que les daba a mis hermanos por todo, el intentar ahogar a mi hermano Klaus en varias ocasiones, los dibujos que hacía... Muchos detalles que ya alertaron, pero esa pillada fue el último detonante. Yo no recuerdo nada, pero creo que fui culpable de quemar el sofá, creo.
Después de pasar por varios psicólogos y muchos de ellos querer internarme y medicarme, mi abuelo decidió empezar a trabajar en puntos clave para que yo conviviera con los demás.
Tenía fascinación por él, para mi era todo, inclusive más que mi padre. Era lo que yo quería ser, lo admiraba y por supuesto, si el me decía salta, lo hacía. A la única persona que nunca llevé la contraria.
Trabajó en enseñarme ideales y valores normales en la sociedad. Puntos a seguir para no cagarla y acabar en prisión de por vida, y bueno, no traspasar la barrera de la locura y cargarme a toda la familia, que no sería la primera.
Imagino que me pillaron a tiempo para poder controlar todo esto, se terminó el matar por placer. Y aunque a lo largo de mi vida he matado mucho por placer, era justificado.
Me enseñaba que las demás personas eran necesarias para vivir, que la individualidad está bien, pero que la sociedad consta de un global y por mucho que los odie a todos, son necesarios. Al menos necesarios para que trabajen para mi a mi beneficio.
El más importante y que a día de hoy de forma natural ni la entiendo ni la siento, es la empatía. Me intentaban enseñar de todas las formas que la empatía, el ponerse en el lugar del otro, era necesario. Que mi familia se dedicaba a todo lo ilegal, pero no a abusar del ciudadano de bien. Que aceptaron ser el villano y controlar el mal siento el mal mayor.
La responsabilidad era necesaria e importante, hacerse responsable de lo que haces, del daño que provocas. Otra cosa que me da igual, ya que yo estoy por encima de todos los demás, pero bueno, me toca hacer un poco de tripas corazón.
Uno de mis principios a prueba de balas, es la lealtad. Quien no conoce lo que es la lealtad, merece morir.
La policía es el cáncer de la ciudad, fácil de corromper y con 0 valores, al menos la mayoría. El resto de delincuentes que no están en mi circulo, no merecen ni respirar, pero a no ser que quieran hacerme daño o interfieran en mis beneficios, dejo que respiren.
El respeto se gana, me da igual que seas un crío de 4 años como un viejo de 90, si sabes hacer daño, tienes que saber recibirlo. Lo que significa que otro principio mío es reciprocidad. Yo soy una hija de puta y sí, estoy dispuesta a recibir x50 todo el mal que hago, otra cosa es que me pilles.
Tengo muchos más, pero ya los irás entendiendo conforme me conozcas.
Pedí a Marco encargarme de un asunto que tenía entre manos con un chaval que le debía 100 mil dólares. Con Marco tenías asegurado el dinero, siempre y cuando trabajaras, el te daba la oportunidad y si le mordías la mano, aparecías muerto a los pocos días en una cuneta. Ya se sabía de qué iba el tema, y el que arriesgaba y se la jugaba a Marco, lo pagaba completamente. Marco perdería dinero, pero el otro perdería la vida.
Decidió darme la oportunidad, con la condición de que si tenía que cargármelo, nada más hacerlo le avisara para estar segura. Y así fue, así lo hice.
Me lo llevé donde nadie escuchara los gritos, lo ate a una silla, y solo aguantó 15 segundos, que ya me estaba cantando todo. Como una niñata de 14 años con una navaja de mierda consiguió sacarle en tan poco donde mierdas tenía todo el dinero? Era saber que iba de parte de Marco y suficiente, aparte no te alteres, no iba sola. Iba el gordo de mi hermano y 2 trabajadores más de Marco. Me cantó todo el perro, de como tenía más dinero guardado y para quien estaba trabajando a las espaldas de Marco con tal de que le perdonaran la vida.
No tardé en llamarle y comentárselo todo, envió a 2 trabajadores suyos, y fuimos a donde tenía el dinero guardado. Para mi sorpresa, habían 223 mil dólares, que estaba ahorrando para irse de la ciudad.
Puñalada en la pierna retorciendo el cuchillo y el resto lo hicieron los demás, que para algo mandaba yo allí.
Al llegar al restaurante, Marco me abrazó orgulloso, me dio un beso en la frente y me dijo que era la nieta que nunca había tenido, que estaba orgulloso y que pidiera lo que yo quisiera, que lo tendría.
Llevaba mucho tiempo queriendo aprender a tatuar, una aficionada al tatuaje con tan solo 14 años ya la espalda entera tatuada, e iba de camino a tatuarme el pecho con muchas más ideas que tenía para las piernas, el abdomen, los brazos...
Me compró un estudio de tatuaje, cuando vi que el estudio se llamaba Ivy's Tattoo, se me cayó la mandíbula al suelo. Mi cara de flipada era poco, trabajaban 2 chicos y yo era la puta dueña, la putisima dueña! Podía ir cuando quisiera, aprender de ellos y practicar, joder que era la puta dueña. Aficionada a las armas y a los tatuajes, una mezcla rara, pero real. Era mi mezcla.
El resto fueron trabajos más sencillos, cada vez me gustaba más y más. Lo malo fue la charla que me dieron cuando se fijaron que disfrutaba con la tortura, disfrutaba trabajando para mi abuelo y Marco. Cuando no presentaba una pizca de compasión, ni temía la sangre, no pasaba miedo y mantenía la calma. Hasta tal punto disfrutaba torturando a la gente, haciéndoles cantar. Me podrás llamar enferma, pero era a lo que quería dedicarme, y estaba en la familia y con la compañía perfecta.
Pronto ya tenía mi agenda de contactos, ya cenaba con los mayores por así llamarlos, notaba la mirada de mi abuelo Klaus o de Marco cuando necesitaban algo y me miraban de esa forma tan confiable y seria. Sus miradas sabían hablarme, sabía lo que tenía que hacer nada más mirarme. Un gesto muy sutil de sus cabezas afirmando, y mi expresión decían el resto.
Ya tenía un buen dinero, podía comprar lo que quisiera, no era millonaria en ese momento, pero sabía que tenía la vida resuelta si seguía así.
Empezamos mi hermano y yo unos cursos de Alemán, le hacía ilusión a mi abuelo, historia de Alemania y aprender a desenvolverse en el idioma. No tardé pronto en hacerme enemigos y lo acabé pagando caro.
Tenía 17 años, mientras por las tardes me encargaba de cuidar al rebaño como lo llamaba mi abuelo Klaus y Marco, por las mañanas luchaba por no dormirme en clase, tanto yo como mi hermano mellizo. Que por cierto, no nos parecemos una mierda. El gordo se lo come todo, incluso mi comida, tu sabes que es tener que hacer cola con el coche porque quiere comprar el desayuno en el burguer? Y no una hamburguesa, se come 5, más sus patatas, más las bebidas. En fin, que ni dios lo toque, solo yo lo llamo gordo
Es fuerte, carácter como yo, pero no voy a permitir que le digan nada a mi hermano, a ninguno de ellos.
Y ocurrió lo que no tenía que pasar, para una vez que no lo busco yo, me buscan a mi. Vinieron los listos de turno, a ver si podían vacilar un poco, y aunque soy la mas perra e hija de puta que puedes echarte a la cara, pero que no se metan con alguien delante de mi. Que sí, joder, que normalmente soy yo la que lo hace, soy así de hipócrita quizás, pero si me meto con alguien no es por estar gordo, o ser bajo y tuerto, es porque me cae mal, como casi todo el mundo. Y allí estaban, pegando una paliza a un chaval en el suelo entre 4.
Le di a mi hermano la cocacola que me estaba bebiendo, cogí el extintor y le pegué en la espalda dejándolo inconsciente a 1 de ellos, mientras me ponía como una fiera con los brazos abiertos, diciéndoles que vinieran a por mi si tenían huevos, mi hermano estaba gritando: <! SE ADMITEN APUESTAS!!!! AHORA SON 3 CONTRA 1!!> Mientras se partía el culo y masticaba su hamburguesa, que a mi hermano se le da estupendamente eso de hablar en publico..(mentira).
Uno de ellos sacó una navaja e vi intenciones de apuñalarme, la cosa se volvió seria cuando le vi eso en la mano, pero yo no iba nunca con las manos vacías. Levanté mi pierna y de la bota saqué una navajita de 15cm. Se le notaba torpe, nervioso, como que fue un impulso el cual se arrepentía de haber hecho pero aun así, con su torpeza quiso hacerme daño fallando, a la que yo aproveché y le clavé en el lateral la navaja.
A veces pienso, que ojalá si hubiera fallado y el no, quizás podría haber sobrevivido y fuera él quien se pasara esos 4 años en prisión.
Me acusaron como adulta, y por más que mi abuelo y Marco tiraron de contactos, me tocó pisar la prisión. El chico no murió, pero me pusieron intento de homicidio, y eso que me defendí, a él también le cayó una buena, aparte de la cicatriz para toda la vida y varias semanas en el hospital y una cirugía de urgencia para salvarle la vida.
Ese día pude ver como para mi madre, yo era la decepción en persona, ella quería una niña, con sus vestidos, sus rosas, sus amigas pijas, y había parido a una delincuente que de niñita tenía poco. Miraba a mi abuelo con cara de enfado y discutían constantemente por mi futuro. Mi abuelo me defendía como lo que más, mientras mi madre era la única que parecía que no entendía que yo había nacido para esta vida.
Se siente madre, pero adoro esta vida, y no he nacido en esta familia para ser una cualquiera.
Quien coño iba a decirme, que acabaría en prisión por hacer el bien? Acabé en una prisión mixta, ahí conocí a Fallath. En el peor sitio posible, en el peor momento de mi vida.
Como caído del cielo, más o menos un ángel al menos para mi.
Mi abuelo tenía contactos dentro, y uno de ellos era Fallath, se encargaba de robar coches, hacer carreras ilegales, traficaba con armas, y lo pillaron en una emboscada por un chivato de su grupo, si quería salir pronto su nuevo trabajo era protegerme esos 4 años. Odio que me protejan, como si yo solita no pudiera, creo que he demostrado tener más cojones que muchos, joder.
Se acercó a mí entre rejas y gritó mi nombre, al girarme y mirarle me dijo: La del pelo azul, hazlo!!
Yo estaba escoltada por 2 vigilantes, que iban a enseñarme mi habitación y mis compañeras. El tiempo pasaba muy lento, más que en la calle, todo era más confuso, más solitario.
Nada más entrar en la cafetería mientras todas desayunaban, me senté sin probar nada, observando a todos, hasta que empecé a ver miradas, miradas de órdenes, gestos sutiles que aprendí en la calle. No iba a dejar que nadie me manejara, no iba a ser la puta de nadie ahí dentro.
Se me acercó una rubia muy delgada, esa si era la puta de alguien, quizás de la que tenía el pelo azul que había ahí sentada rodeada de tías, se refería ese tío que me llamó a esto?. Se sentó muy pegada a mí, y me dijo que querían hablar conmigo, que las nuevas pasan por Blue si o si, y que cambiara la cara de pocas amigas que tenía, que no iba a sorprender a nadie así.
Le acepté la propuesta de hablar, cogí una bandeja que había al lado, me senté al lado de esa tal Blue y escuché lo que tenía que decirme.
Blue: Querida, estás en mi módulo, y soy yo la que manda aquí. Harás lo que yo te diga, cuando yo te diga. Si te digo que te despiertes a las 4 de la mañana todos los días para hacerme un masaje, lo haces, si te digo que trabajarás para mí, lo harás.
¿Cómo te llamas?
Ivy: Ivy, y no soy ni la puta, ni la chacha de nadie.
Pude ver como le cambiaba la cara al escuchar lo que le decía, mientras yo cogía la bandeja y se la estampaba en la cara repetidas veces, haciendo total caso a lo que me dijeron que hiciera. Ves a por la más chunga de todas, y enfréntate a ella. Gánate el respeto de las demás, y te dejarán en paz.
No sé si la iba a cagar, pero me la sudaba completamente. Allí estaba yo, nunca había sido fácil de tratar y en ese momento, no iba a ser menos.
Vinieron un montón de guardias, mientras las demás intentaban defender a Blue que estaba inconsciente en el suelo. Algunas me aplaudían, sobre todo un grupo de negras que habían al fondo, las latinas se partían el pecho e impedían a algunos guardias pasar a la sala.
Acabé reventando la cara de 3 o 4, y yo acabé hecha un cristo. El labio partido, la nariz sangrando, moratones y cortes por todos lados. Si esa táctica no hubiera funcionado, aseguró que habría acabado muerta en esos 4 años.
Me pasé 3 días en aislamiento, 3 días en los que perdí la noción del tiempo. Mucho por lo que pensar, que hora era? qué hacía ahí? por ayudar a alguien? joder, yo ayudando? esto es el puto karma, primera y última vez que ayudo... A quien quieres engañar Ivy, te gusta ir jodiendo, pero que no jodan los demás. Esto te pasa por egoísta, deja que los demás también martiricen!!
Todo era culpa mía, le tenía que haber esperado fuera, como siempre hice, como me enseñaron. Que nadie me viera, un tiro limpio en la frente, y hasta luego. O quizás un tiro era demasiado, lo mejor habría sido una paliza y ya, yo que sé, ya estaba delirando.
¿Qué estarán haciendo mis hermanos? y mi abuelo y Marco? Mamá estará muy decepcionada. Cuando me sacaron de allí, pude volver a ver al tío ese, Fallath o algo así me dijeron que se llamaba.
Fue mi principal apoyo allí, la verdad es que sabía que lo hacía por dinero, al menos al principio. Seguramente al salir de allí le esperaban 1 millón si salgo con vida. Le habían encerrado por robo de vehículo y sustancias ilegales en su interior. Le cayeron 6 años, pero ya llevaba cumplido 1, y con buena conducta saldría en 4 años más.
Yo a él lo había visto en varias ocasiones, pero nunca había caído en lo que hacía. Mi abuelo y Marco tenían cientos de trabajadores con ellos, así que... Era uno más o uno menos, al menos en ese momento.
Los meses pasaron, y no te voy a mentir, empecé a ver a Fallath con otros ojos. Quizás es por la sensación de protección que me daba, o por la forma distinta de ser al resto. Sabía mucho de esta vida, lo había pasado peor que yo, eso estaba claro. No había tenido a gente apoyándolo como a mi, ni la protección que he tenido yo. Pero no podía irme por las ramas, tenía que centrarme.
Con todo el tiempo libre que tenía, aprendí a desenvolverme mejor con la gente, sobre todo por interés. Aprendí mucho del detalle, muchas horas libres es lo que tiene, leer y leer. Toda la seguridad que tiene un simple pasaporte, cuantas hojas suelen tener dependiendo de donde seas. Estando dentro de la cárcel me enteraba de todo lo de fuera, de los pasos que mi familia hacía y de como les iban. Siempre que podían venir a verme, venían. Allí el tiempo va totalmente distinto, las horas se vuelven lentas y como no te hagas amigos, te puedo asegurar de que pierdes la cabeza. No vuelves a ser la misma persona, ni de broma. La que entra con la que sale no tiene nada que ver. Si antes era una hija de puta, la que se estaba curtiendo en prisión era peor.
No me hacía falta trabajar en prisión, a Fallath sí, cosa que odiaba, quería pasar tiempo con él, al menos el permitido en el patio y demás. Como me contaba sus anécdotas, sus vivencias, como quería avanzar en su vida..
Al final otro juez vio mi sentencia y decidió no reducir nada del tiempo que pasé en prisión, pero que si en el próximo año me portaba bien cosa que no iba a ocurrir, podría volver a pedir la revisión y que se . Y para ser sincera, me portaba peor que nunca, para no salir. No quería, allí me había hecho respetar, era poderosa, todas venían a mi cuando necesitaban algo. Y no quería dejar de ver a Fallath. Dominaba los módulos en poco tiempo, traía de fuera mucha mierda y acabé jodiendo el tema a algunos.
Y llegó el día, entré con 17 años y salí con 21 recién cumplidos. Mi familia venía a verme todos los días, así que no les noté el paso del tiempo, muchos amigos estaban en la universidad, otros estaban en prisión también, y alguno muerto.
Al darme la brisa de la libertad, me di cuenta. Quería ser mejor de lo que fui antes de entrar. Y así fue.. fui a lo grande.
Durante un tiempo no pude hacer mucha cosa, todo de noche, tapada, chanchullos en el restaurante y demás, de día si Fallath quería, cosa que fue así, le iba a ver. Desde ese momento me volví inseparable de él, y el de mi.
No éramos nada, en absoluto, aunque entre los 2 la verdad, que había una química que notaban todos. Se volvió mi compañero en este mundo de mierda en el que me metí nada más nacer, o en el que me metieron, no sé.
Los golpes junto a mis hermanos, Fallath y alguno más por el camino, eran una puta pasada. Éramos el orgullo de la familia, aunque debo admitir que yo era la favorita.
Marco me pidió hablar a solas, y me contó que le gustaría que yo me encargara de todo si el llegara a faltar. Que mi abuelo se encargaría de enseñarme, ya que mi padre era demasiado permisivo, y no quería eso Marco, quería alguien que supiera cuando mancharse de sangre y no perder los estribos cuando se tenían que mantener.
Con mis 21 años, ya tenía 30 millones de dólares enterrados en el monte, en un sitio que por supuesto, no pienso contarte. Tenía grandes planes, había estado escuchando mil historias de mil lugares distintos. Aún le quedaba mucha chicha a Marco y a mi abuelo por dar, y yo quería moverme por el mundo. No tuve ovarios a decirle a Fallath lo que sentía, y lo que hacía era liarme con uno y con otro, como una gilipollas, a ver si le ponía celoso. Tuvo que volver a su país por problemas familiares, y yo decidí irme de Florida una temporada con mi hermano Klaus. Mis hermanos pequeños se quedaron con el abuelo, pero yo necesitaba ver mundo.
Hoteles, playa, fiestas, sexo... Yo no me había emborrachado nunca, odio perder el control, no puedo tolerar el no tener controlada mis acciones, así que nunca me drogué ni acabé emborrachándome.
Mi objetivo empezó a ser crecer en los negocios, contactos y más contactos, aprendí que movía el mundo con ello, y empezaron a deberme favores en todos lados.
NY, Las vegas. San Francisco, Dakota, Texas...
En San Francisco perdí el contacto de Fallath, no conseguía que me cogiera el teléfono, hasta que me llegó un rumor de que había muerto. Sentí como el cuerpo me temblaba, nunca en la vida me había sentido tan vulnerable, tan sensible. Me pasé semanas aislada, en una habitación de hotel, que le dieran al mundo, yo quería volver a mi vida de antes. Cogí mis cosas, y me volví a Florida con mi hermano, se terminó el viaje.
Fueron 6 meses en los cuales, todos los días hablaba con Fallath, no había un día en que no habláramos. Acabé destrozada, la ira crecía por segundos, ni la familia consiguió ayudar a llenar ese dolor. De vuelta en Florida, me centré en los negocios, era imparable y acabé siendo muy temida. Desde que me levantaba hasta que me acostaba, era dedicar tiempo a mi estudio de tatuaje, practicar, palizas, amenazas, reuniones… día tras día.
Ya había pasado 1 mes y medio desde que desapareció y ocurrió lo impensable. Se encendió su móvil dejándome en visto todos mis mensajes. Imaginad mi cara de mala puta hija cabrona del mismísimo demonio. Le pedí a mi hermano que localizara la ubicación, cosa que le costó 2 días, y en cuanto lo supo pillé un vuelo y me fui para allí. Fui con 1 mochila para cambiarme 2 días y ya, un hotel de mala muerte, que no iba a impedirme ir, y ningún arma. Creeme que no necesitaba armas, se iba a enterar…
Llegué allí más o menos por la zona donde aparecía encendido el móvil con mi hermano Klaus y empezamos a vigilar la ubicación.
Rápidamente apareció un chico donde se suponía que estaba el móvil, y no...no era Fallath. Me fui directa a él, le cogí de la camiseta y mientras me gritaba en su idioma lo llevé a un lado y le señalé al móvil mientras le decía el nombre de Fallath.
Se quedó blanco cuando se dio cuenta que era todo por el móvil, me lo ofreció y se piró corriendo. Me cago en dios, le habían robado el móvil a Fallath? por eso no me llamaba? Volví a Florida con la esperanza perdida, encendí su móvil y tenía de fondo una foto nuestra haciendo los payasos. Ojalá le hubiera dicho todo lo que sentía por él.
Al llegar a Florida, me encontré con un problema y es que se había acomodado un grupo de latinos en la zona, y habían pegado palizas a trabajadores nuestros. Habían apedreado el restaurante y mandado un mensaje <La nueva sangre ha llegado>.
Marco y mi abuelo hicieron una reunión urgente, había que terminar con el asunto de raíz YA. No podíamos vacilar con esto, o podríamos perder todo lo que teníamos. Y por supuesto, no podíamos perder el equilibrio que tanto nos había costado. Y que en este mundo no íbamos a compartir nada.
Reunimos a personas muy peligrosas, otros con mucho poder económico y contactos, todos respetaban a Marco y a mi abuelo.
Había un plan, y era bien sencillo, se les sacaba a la fuerza de su barrio si o si, y se chapaba a todo el que viviera allí. Aunque fueran civiles y no tuvieran que ver, daba igual. No se podía dejar nada al aire.
En la reunión éramos como 20 personas en la mansión de uno de ellos. La batuta la tenía Marco, y fue quien dirigió la reunión, quien dijo lo que quería,como y cuando.
Marco me puso a la cabeza de todos, y me pidió que hiciera el trabajo. Que reuniera a un grupo de personas y que me encargara. Era el trabajo quizás más complicado que me había enviado, y también el más peligroso. Esos latinos tenían fama de haber violado a varias chicas, asesinatos, robo… Estaba decidida con terminar la existencia de todos ellos.
Compramos varios litros de gasolina y cogimos los explosivos que ya teníamos. Yo estaba al mando, lo hice con mis hermanos, 3 dedos, El calabazas (ya os contaré algún día porque se llamaba así), también estaba El capaz y Rey. Aparte había muchos más trabajando alrededor por si se torcía la cosa y venía la policía antes de tiempo. Eran las 4 de la mañana, la mayoría dormían, un lunes cualquiera. Llenamos de gasolina los tejados de las casas donde habíamos visto salir a más de uno, los coches tenían explosivos c4 que con una llamada se arreglaba todo.
Empezó todo a prender fuego, al salir de las casas los coches en las entradas explotaban. Muchísimos muertos, fuimos noticia durante días, y no encontraron datos de quienes lo hicieron. Y la verdad, no investigaron mucho.
Por desgracia murió gente inocente, aunque eran personas que les apoyaban, no participaban en nada. Sentí la pérdida de ellos, pero no había más remedio. Cuando te unes y apoyas a cierto grupo, puede salpicarte toda la mierda.
12 de ellos acabaron muertos, entre ellos el líder y el sub-líder, y para nuestra sorpresa un par que trabajaban para nosotros.
No es de extrañar, en esta vida cualquiera puede venderte, por eso debes asegurarte de estar bien rodeado.
Y el resto del grupo, fueron cayendo conforme lo íbamos sabiendo. Alguno en el hospital, otros al regresar al barrio...Se habían metido donde no les pertenecía, y es lo que ocurre, que el fuego quema.
Estaba totalmente segura que tenía un hueco en el infierno preparado para mi, y la verdad? me daba igual. Era la vida que había elegido, es posible que viva menos de lo que debería, pero no me importaba.
Intentamos no dar mucho la nota las semanas siguientes al suceso, suficiente tenía la policía con lo ocurrido.
Mi abuelo Klaus se me acercó, me cogió de la mano, y me preguntó si ya estaba preparada para hablar del tema. No pude aguantar el llanto, como una cría con el corazón roto. Ya llevaba mucho aguantando las ganas de desaparecer, nunca me había enamorado, y voy a enamorarme de un tío en prisión. Mi abuelo me contó cómo conoció a mi abuela, siempre intentó tenerla en su memoria, pero hablar poco de ello, ya que los demás lo toman como una debilidad y atacan a su recuerdo.
Como era cariñosa con él y con mi padre, como se preocupaba, cuando dejó su carrera de medicina para cuidar de la familia, y cómo a día de hoy, no entendía que mi abuela se fijara en el.
Era demasiado buena para alguien con tan malas intenciones, durante un tiempo dejó de dedicarse a lo que ya sabía, por ella, por amor. Pero en cuanto murió, tuvo que hacer lo que mejor se le daba.
Algo en mi me decía que no podía ser que fuera real el rumor, siempre fui de intuiciones, y en ese momento me decía que no era así.
Empecé a tirar de los hilos, algo que debí hacer desde el principio, preguntar a uno y a otro, para saber quien fue el que tiró el rumor de que había muerto Fallath.
Acabé encontrando a un chaval que trabajaba con el cuando está en Florida, no tenía pruebas de que hubiera muerto, solo lo dijo por no tener noticias de el. Me cago en dios, no sé que es peor, que se haya muerto, o que esté por ahí vivo sin dar putas señales de vida. Como me esté ignorando y esté vivito y coleando, ya puede desaparecer de verdad de esta vida, que me lo cargo. Lo juro, aunque sea lo último que haga.
Fueron pasando los días, y entre trabajo y trabajo siempre sacaba tiempo para practicar el hermoso arte del tatuaje. Ya con 21 y picos estaba full tatuada, adoraba cada tatuaje de mi cuerpo y más la daga que tenía en mi costado en honor a mi abuelo y Marco. Adoraba cada centímetro de mi piel tatuada, en cada tatuaje un momento grabado.
Y llegó uno de los días más felices de mi vida, en mitad de una reunión allí estaba… una bolita de pelo de color marrón y negro, con las orejas caídas, una mirada marrón, y un aullido que parecía un muñeco barato.
¿Qué pensabas? que sería Fallath? joder, más adelante de la historia…
Era mi cumpleaños 22 años, y no se les ocurre otra cosa que regalarme un cachorro mestizo de pastor alemán y encima pata palo. Sí, tenía un problema de nacimiento, y necesitaba una operación para poder caminar con normalidad. En fin, la sonrisa que yo tenía de oreja a oreja, no tenía precio, 4 de noviembre y con una nueva vida a mi lado. Lo iban a sacrificar y mi padre lo compró antes de que le ocurriera nada. Sabía que conmigo iba a estar bien.
Enseguida lo llevé al veterinario y lo pusieron en lista para operarlo, lo llamé Nasus, por culpa de mi hermano que es un puto aficionado al LOL y que de mayor, iba a estar cheto.
A mi hermano le regalaron una máquina de hacer granizados, otra de hacer palomitas y una silla nueva para el PC. Iba a silla por mes, se enfadaba y enrageaba de tal forma que acababa cargándose la silla. No es muy normal ese hombre, lo que acumula de comida en el culo, lo expulsa en forma de ira pegando a lo que fuera.
Como crece el cabrón de rápido, en cuanto le operaron y se recuperó ya caminaba normal, se le notaba un poco raro, pero algo que no perjudicaba en absoluto a su salud.
El negocio iba bien, el rebaño seguía el rumbo que tenía que seguir, y nadie se salía de su camino, al menos que nosotros viéramos.
Recibí una llamada de mi abuelo urgente, que fuera al restaurante, que había ocurrido algo y había que solucionarlo, y yo pensando que el rebaño iba bien…
Al entrar por la puerta pude escuchar su puñetera voz, como se reía al hablar con mi abuelo y Marco, susurraban cosas que nunca me contaron que fueron, y se me iluminó la mirada.
Entré, y allí estaba, con cara de.. no sé que va a ocurrir, pero aquí estoy. Corrí a él y le pegué un puñetazo en el ojo, mientras él seguía queriendo abrazarme. Y sí, un momento que nunca olvidaré y hasta el día de mi muerte voy a tener presente.
Un moratón que le duró 1 semana, pero yo llevaba meses esperando saber algo de él, sin saber si seguía con vida o no..Que se aguante.
Nos contó que su madre había fallecido, llevaba mucho enferma, y necesitó de mucho tiempo para dejar todo en regla y que sus hermanos no pasarán hambre ni tuvieran problemas. Aparte, le robaron el móvil y como es así de listo, no tenía los contactos nuestros por ningún lado.
Nos marchamos del restaurante, y seguía sin tener cojones a decirle algo. No podía, todo lo valiente que era para unas cosas, y para soltarle la verdad, no tenía ovarios.
Nos fuimos a mi casa y se pasó horas hablando de todo lo que hizo allí en su país. Como estaba la cosa de difícil y que le encantaría traer a sus hermanos a EEUU y que no pasaran las miserias que pasaban allí. Ya que el se vino a EEUU Florida, con 11 años, gracias a Marco. Aunque nunca se encargó Marco de Fallath, tuvo suficientes huevos para sobrevivir solo, siempre entre vehículos, robándolos, haciendo carreras, quitando las piezas y vendiéndolas al extranjero. Pero sus hermanos no pudieron, y se quedaron allí. Todo dinero que conseguía, lo enviaba a su familia, hasta que pudieran venir aquí.
A veces es muy orgulloso, algo en lo que nos parecemos, y no le gusta contar sus cosas por no parecer débil ante los demás. Le abracé y le besé, así, sin pensarlo. El puto cuerpo me lo pedía, y no… tranquilo, no voy a contarte tanto detalle, esto es privado. Pero le gustó, o eso me imagino, ya que me lo devolvió.
Solo te diré que fue una tarde muy larga, en la que los 2 perdimos la vergüenza de estar desnudo el uno delante del otro.
Me trataba como una reina y a la vez como una puta, como a mi me gustaba en la cama. Ya era hora, de los mejores momentos de mi vida. No nos volvimos a separar, inclusive nos casamos, tuvimos hijos y ahora te hablo viejita con el a su lado...Una mierda, es broma, pero si me casé, para mi desgracia. Nos seguimos dedicando a lo nuestro, nuestras vidas no están hechas para ser padres, al menos no por ahora. Ya sentaremos la cabeza algún día, y entonces, solo entonces, dejaré de pegar palizas. O al menos no tan seguido…
Volviendo a mi vida de delincuente, las cosas nos salían muy bien. Como caído del cielo los trabajos que nos enviaba Marco. Poco a poco empezó a surgir una idea de ir recaudando información mucho más detallada de la gente, noticias, antecedentes, historias que eran reales…
Empezamos a conocer a mucha gente de otros países, muchas organizaciones increíbles que crecían fuera de Florida y triunfaban o caían como la espuma. Supimos de un grupo llamado La Casa allí en Los Santos, a los cuales metieron perpetua, y unos pocos pudieron escapar. La casa pertenecía a muchos otros países, los cuales fueron creciendo o cayendo conforme la policía se encargaba de ellos.
Existían los ballas, unos tales vagos, italianos…me interesé muchísimo por Los Santos por el alto número de crímenes que habían.
Entre los ficheros que mi hermano pudo conseguir, aparecía un tal Teo, algo parecido a un hermano para la líder de La Casa. Con ella cayó su marido, sus hermanos, amigos, y trabajadores. Pero el? él se quedó libre. Si seguía con vida, me encantaría conocerle y preguntar qué hizo para poder evitar caer en la perpetua.
Otros datos también hablaban de un tío al que llamaban guiri, un tal Cambritge. Que trabajaba para esta gente a gran escala. Los que lo conocen lo solían detallar como un fantasma, no te dabas cuenta que estaba detrás de ti, y ya tenía la pistola en tu nuca. Perfecto en cuanto a la extorsión e información se refiere.
No sé hasta que punto será real todo esto que encontramos, si siguen con vida, si estarían dispuestos a seguir trabajando o ya lo han dejado por la edad, o yo que mierdas se. Solo sé, que me encantaría conocerlos, aprender de ellos, perfeccionar mi trabajo, hacerme más profesional.
Poco a poco empecé a hablarle a Marco el trabajo que quería hacer, quería ir un paso más. Lo cogió muy intrigado y hasta el y mi abuelo empezaron a ayudarnos. La ciudad cada vez estaba más controlada con nosotros, lo único a lo que debían respetar era al grupo de El Todo ‘’Marco’’.
Las reglas eran sencillas, aquí solo mandaba uno, mientras los demás supieran cual era su sitio, no habrían problemas. Teníamos un arsenal de armas, que no necesitábamos proveedores en meses. Al contrario, nos pedían a nosotros armas, ganábamos buenos kilos de dinero al mes. Sin hablar del respeto que se tenía a la familia.
Poco a poco fui siendo mucho más conocida, llegó un punto, en el que el móvil me sonaba cada 2×3, Ivy esto, Ivy lo otro, e Ivy estaba allí. Adoraba que me pidieran ayuda, siempre a cambio de otro tipo de favores, otros preferían pagarme, otros trabajar codo a codo conmigo.
Nunca me importó arrodillarme y ser una más trabajando, mientras se supiera siempre que yo era la que mandaba en ese momento. No había que abusar de los compañeros, lo suyo como líder, es estar al mismo rango de trabajo que ellos, mojarte, como decía.. El que quiere peces, que se moje el culo.
Mi abuelo y Marco estaban encantados como lo estaba llevando todo. Inclusive me decían que era la primera mujer que veían que tenía más cojones que muchos de ahí. Y para mi eso era un orgullo, que mi esfuerzo se viera recompensado.
Fueron pasando los meses, cada vez teníamos más información sobre muchísima gente, una mayoría muertos, otros retirados, en la cárcel…
A los 23 años me casé con Fallath, fue una fiesta sencilla, yo no quería que hubiera mucha gente, solo allegados y ya está. Fue un día increíble, y por suerte, no vino nadie a montar una boda roja.
Un día muy bonito y muy sencillo, algo que realmente era para nosotros dos, algo que quería que fuera para toda la vida. Y eso que éramos de 2 mundos distintos, y no solo por ser mujer y hombre, si no dos países distintos en los que tuvimos que acostumbrarnos el uno al otro.
Conforme pasaban los meses, las ganas de ir a Los Santos iban creciendo, empezamos a dedicarnos a otro tipo de trabajos, como robar sucursales, extorsiones más agresivas, trabajos de encargos, moviéndonos por toda Florida. Eran multitud de encargos, la mayoría que terminaran solo en paliza, sin muerte. Pero teníamos unas normas, si esa persona notábamos que no quería vivir, le hacíamos el favor. Y con eso, me estoy refiriendo a que no respetara el tener una pistola en la cabeza.
Había algo que no iba a permitir, y era que se tocaran a los niños, y era muy castigado por mi. Un niño es intocable, y me encargaba yo misma de hacer pagar a esa gente que se pasaran con ellos.
Y sí, joder soy una delincuente, pero tengo normas. Normas de convivencia conmigo misma y mi estar, y una de ellas era que yo y los míos éramos los únicos en poner paz, por las buenas o por las malas.
Por eso no íbamos a aceptar que otros se pasaran de listos.
Una especie de heroína del mal, es broma. Era mi peor enemiga, y la del resto.
La cosa se torció cuando en navidades del 2012 acribillaron a Marco y a mi abuelo en su coche cuando llegaban al restaurante. Tenían 67 y 70 años, pero la cosa cayó descomunalmente. Salimos del restaurante en el que les esperábamos para una reunión, y allí estaba el vehículo en llamas, y nadie allí. Solo restos de ..no lo sé que era. O quizás no quiero saberlo.
Las cámaras indicaron que se habían ido 2 tíos en un vehículo clásico de estos antiguos, Fallath sabía a quien pertenecía ese vehículo y de qué grupo se trataba. Habían cometido el peor error de sus vidas, y me iba a encargar de hacérselo pagar, costara lo que costara.
El entierro fue desgarrador y no había tiempo para llantos, yo sabía lo que había que hacer, y era el momento de atacar.
Sabía que mi abuelo y Marco querían que yo me encargara de la familia, pero mi padre no estaba de acuerdo y me tocó discutir mucho con él. Hasta tal punto en el que sentí como no encajaba allí. Por más que me apoyaron mis hermanos, Fallath, los demás que trabajaban codo con codo, mi padre se hizo cargo de ser el nuevo líder. Haciendo caso omiso a lo que ellos querían si faltaban. Supongo que mi madre tenía razón, y no quería que me ocurriera lo que pasó con mi abuelo y Marco. Pero era mi puto legado, me lo había trabajado, y si tenía que caer, caería.
Disponía de 45 millones de dólares, podía irme sin volver a pegar palo al agua en toda mi puta vida, o arriesgarme y vengar a los míos. No podía dejar el tema estar, y menos con la pasividad con la que iba mi padre. Era hora de poner en marca todo lo que había aprendido, y que desde donde estén, estén contentos con mi trabajo.
Así que decidí dejar mi perro a una amiga cercana que lo cuidara mientras me encargaba día y
noche de vigilar a esos mierdas.
Su organización había crecido en las cloacas, a espaldas de mi familia… Traidores con todas las letras.
Era importante volver a tener el control de la ciudad, y mi padre no tenía intención de perder a más gente, y yo… yo tampoco, pero tampoco tenía intención de agachar cabeza y dejar pasar algo tan importante como la muerte de mi abuelo y Marco.
Reuní un grupo de personas que eran letales a más no poder, Fallath, mi hermano Klaus y otros que ni conocía su nombre ni ellos el mío. Gente que adoraban a Marco y a mi abuelo, personas que habían vivido momentos y favores con ellos, que de una forma u otra les dolía la pérdida de ellos. Mucha gente nos dio el pésame, no sabíamos de que se conocían, pero lo sentían.
En el entierro de mi abuelo y Marco, se me acercó el jefe de policía, me dio la mano y me dijo:
Se acercan tiempos de tormenta, a veces hay que hacer lo que nos parece menos malo para
mantener un poco la paz. Mañana los ojos no verán nada, están tristes.
Entendí completamente que tenía vía libre para hacer lo que quisiera mañana y era el momento perfecto.
Nos preparamos, y todo a espaldas de mi padre, sigo sin entender que no quisiera vengar a su padre.
Yo iba a hacer todo lo posible por que el nombre de mi abuelo y Marco no quedará en vano.
Con ak’s, uzis, coches blindados, habíamos sacado lo más de lo más, este momento lo necesitaba. No nos cortamos nada en tener a mucha gente contratada de vigías por la zona, inclusive habían ex policías, jubilados y demás que conocían a mi abuelo y sobre todo apreciaban a Marco.
Lo que vosotros no sabéis, es que Marco por muy peligroso que fuera, tenía cuidada la ciudad. Había organizado muchas reuniones para que se dedicara más dinero a ciertas calles, había ayudado a muchas familias que acabaron en la calle por timos que hubo una época en las viviendas. Era un hijo de puta, pero a su vez era un maldito santo. Así crecí viendo como había equilibrio en la vida de un maleante como el. Un equilibrio necesario para mantener en paz el alma.
Mi abuelo había colaborado en la reconstrucción del hospital de la ciudad, vamos en el que nacimos mis hermanos y yo. Me gusta recordarlos así, una especie de antihéroe. Y lo mejor, no les temblaba la mano al tener que hacer actuar su ley.
Sus palabras eran la orden, y sin ellos, todo era caos.
Yo no sé si estaba preparada para poder llevarlo todo como ellos querían, tampoco sé si tendría el apoyo de todos, sé que de la mayoría sí. Pero otros, ya eran más mayores, más cansados de guerras, algunos a las puertas del infierno.
Nos preparamos aquella noche, me despedí de mis hermanos pequeños, mi madre estaba con el vino en el sofá medio dormida, y mi padre en el restaurante intentando de nuevo organizar todo, viendo la que se les venía encima y todo lo que tenía que ejecutar.
Fallath conducía, granadas en mano, TnT, con chalecos, aquello iba a ser la guerra.
Sabíamos que se encontraban en un piso a nombre de una mujer, la cual seguramente habría fallecido. Son mucho de robar nombres y apellidos de personas muertas .
Teníamos a un medio topo dentro, básicamente a un tío que con darle 1 millón de dólares le valía para coger a su mujer, su hijo, un avión e irse a Europa a huir de la traición.
El trato era, él se asomaba a la ventana y se tenía que encender un cigarrillo, unas cuantas caladas y lo apagaría en el cristal. Aquella sería la señal para que entráramos.
Tenía a mi hermano, que ya os contaré más de él, desde el edificio de al lado, no iba a confiar todas mis opciones a una persona que está vendiendo a otros, podría hacerlo conmigo. Así que mi hermano Klaus estaba atento a cubrirnos las espaldas y a ver que nos podía contar.
Efectivamente, estaban 5 sentados en varias sillas, en la mesa alcohol, tabaco, drogas, cara de preocupaciones, sabían que la habían liado. Discutían por lo visto, y algunos hasta pegaban puñetazos a la pared. Por lo que nos contaron más adelante, no iba para mis abuelos el coche, una confusión que pagarían con sus vidas. Iba para mi y para mi padre, pues sabían que eliminando a quienes iban a seguir con el legado se terminaría la historia.
Parecía que era bien gordo el arrepentimiento, tenían armas, evidentemente, lo que me sorprendía es que si tanto estaban preocupados, qué narices hacían sin protección?
Años después me enteré que no tenían ni un dólar, y su última carta era hacerse con el monopolio, arriesgaban todo por una única carta en la manga, que les saldría muy mal.
Era la hora de entrar, reventamos la puerta con una dinamita, no se lo esperaban ni ellos, ni los vecinos.
Que no tenían culpa ninguna, pero si eso salía bien, de mi propio bolsillo pagaba los daños sin ningún problema.
Entramos allí, como putos dioses del infierno, y en menos que pestañeas, estaban en el suelo. El contacto se levantó del suelo al lado de la ventana, respiró y le entregué una llave que pertenecía a una taquilla en el aeropuerto con todo el dinero. Mis palabras hacia él fueron < Tienes un pestañear para salir de aquí con vida>.
La cosa estaba hecha, no había vuelta atrás. Dejamos un mensaje claro en la mesa, no permitiremos más sangre.
Era una frase un tanto errónea, estábamos matando, por lo tanto sangre había, lo único, no iba a ser la nuestra. Tampoco podíamos poner un mensaje tan claro, no quería ir a la cárcel de nuevo.
Apareció en todos los periódicos, eran noticia: Lucha por la ciudad!!! Las mafias crean una guerra..bla bla bla.
Lo peor estaba por llegar, mi padre estaba que le salía humo de las orejas, no paraba de repetir.. Lo quería hacer a mi modo!! lo quería hacer a mi modo!!!! Ya, su modo era esperar…
Yo no podía esperar, tenía que hacerlo en ese momento, y así hicimos.
Los meses posteriores fueron una tortura, me dediqué por completo al estudio de tatuaje con tal de despejar la cabeza. Nunca me hizo falta trabajar de eso, es más bien un hobby, no vayas a pensar.. wOo!!! La tatuadora asesina!! no…
La pérdida de mi abuelo y Klaus dejaron una brecha en la familia y amigos, algo que mi padre intentó tapar, y lo hizo a su modo, con sus reglas. Yo no estaba conforme con lo que decidía y me fui.
Fallath me propuso que nos fuéramos de Florida, que cogiéramos una maleta pequeña y fuéramos a ver qué se cocía en otras ciudades. Durante mucho tiempo tiré de contactos, alrededor de 2 años, volví de nuevo a Las vegas, a San Francisco, NY, Dakota, Texas..
La gente nos acogía, nos trataba de lujo y conseguimos aún más información de la que teníamos, pero yo..yo quería visitar Los Santos. Algo allí había que me llamaba la atención, que necesitaba acudir allí, tantos pandilleros que se estaban haciendo con la ciudad y las mafias, solo pandilleros liándola por la ciudad y el resto de organizaciones estaban escondidas? Esos eran unas bandas de 3 al cuarto, no sabían lo que se hacían, solo seguían el instinto de disparar y ya. No manejaban la ciudad por temor, si no a base de disparos y perder gente.
Y allí conocí a Teo, en Las putas vegas! El hijo de puta se estaba gastando todo el dinero que consiguió de aquel grupo con el que trabajó. Forrado estaba el cabrón, con coches de lujo y un montón de tías alrededor de él.
En la mesa del centro, una de las más lujosas, rodeado de varias chicas alegrándole las vistas.
Es increíble lo bien que me cayó el tío, y lo distinto que es a lo que yo imaginaba que sería. No tenía nada que ver con alguien que se dedica a la delinquir. Una persona normal y corriente, con una doble vida. Me gustaba esa idea, y empecé a aprender y a crear en mi mente la perfección.
Lo mejor era sorprender, que no se lo esperaran, que pensaran… y esa piba? una cualquiera. Y que cuando menos se lo esperaran, esa misma piba tuviera una Glock en su nuca.
Empezamos a establecer conversación con Teo, a llevarnos bastante bien, y a tener un vínculo curioso. En poco tiempo empecé a tratarlo como un hermano, un chico de lo más normal y con un oscuro secreto. Me encantaba…
Nos explicó donde estuvo trabajando, para quienes, y como lo llevaban todo. Lo más parecido a una Mafia, nos dio nombres, muchos de ellos por no decir la mayoría muertos. Le contamos en plan que teníamos de ir a Los Santos, y todo empezó a tener más sentido, más vida. Él se apuntaba, por ahora en las sombras, pero se apuntaba. Poco a poco tenía más color nuestro plan, y la gente que sabíamos que se movían por estos mundos, les llamaba la atención.
Compartimos varios meses allí en Las vegas con Teo, esta zona estaba llena de nuevos ricos, de millonarios, gente que se movía por los peores lugares… Y era hora de ir poniendo paz en algunos asuntos.
Y pensarás, que necesidad tenía de estar allí estafando teniendo tanto dinero en Florida. Lo de Florida en Florida se queda, de allí no me llevé más que lo necesario para poder sobrevivir un tiempo en Las Vegas. Yo quería vivir, experimentar, crecer y destruir, crear mi ley allí.
Allí dimos un golpe muy grande, pero se nos fue de las manos. Nos pasamos varias semanas estudiando todos las esquinas del Casino más grande de Las Vegas. En esas 3 semanas me cambié el pelo más veces que en toda mi puta vida. Me dañé el pelo y todo de tanto tinte y mierdas, pero el fin era necesario, el pelo crece. Me llamaba Ginebra, Lara, Cristal y Agnes, todas iban a distintas horas a sacar fotos, información de los trabajadores, que manías tenían, que descansos tenían, los días que tenían fiestas, quienes eran más desconfiados… Me volví una puta experta en cuanto a descifrar la personalidad de la gente y saber sus movimientos, leer sus gestos, sus muecas.. todo.
Estaba disfrutando como nunca de lo que estaba haciendo, íbamos a dejar sin blanca al casino más poderoso de la ciudad, no podía fallar nada. Y si preguntas, cual es el motivo de que le dejéis sin blanca al casino? Sencillo, habían encubierto una violación en una de las habitaciones, querían tener buena cara hacia el publico. Lo que era una fiesta, acabó mal para ella.
Nos enteramos por las noticias, y poco después como dejaban escurrir el bulto para que no hicieran más preguntas al respecto. Siempre lo he dicho, hay que mantener el equilibrio en la ciudad, no puedes evitar que haya mal, pero tampoco puedes dejar de lado el bien. No soy una heroína, ni mierdas de estas, pero si tenía que limpiar mi Karma, y aunque lo limpiaba haciendo el mal, ya sabía que en el infierno tenía un hueco para mi solíta. Me debo a esto, es como quien su alma fluye escribiendo y brinda la imaginación a ello, yo adoro ser una hija de puta, pero luego me encanta esa de una de cal y otra de arena.
Lo preparamos todo, y nos íbamos a poner manos a la obra, en total éramos unos 7 los que íbamos a meternos allí.
La cosa fue fantástica, entramos con ropa de trabajadores, y poco a poco nos fuimos metiendo en salas y evitando las cámaras, total, una vez termináramos ese trabajo nos íbamos a Los Santos a empezar una nueva vida.
Allí estaba yendo todo según el plan, la gente apenas se conocían al estar contratando constantemente a gente nueva y ser más de 300 empleados, entre la cocina, camareros, seguridad, cajeros… Fallath, Klaus, Teo y 2 más se metieron en la sala donde tenían almacenados 15 millones de dólares, no íbamos a llevarnos todo, solo íbamos a llevarnos lo que pudiéramos tener encima, y luego quemaríamos el resto en la sala.
Llenaron las bolsas con todo el dinero que pudieron, y salieron por patas. La seguridad se organizó toda en un ala del casino para ir a apagar el fuego al que dieron prioridad, pensando que sería un problema del interior, y no gente robándolo. Es lo que tiene pensar que se tiene la mejor seguridad, pero cuando tienes a gente concienciada queriendo robarte, no hay seguridad posible.
Mi hermano es todo un artista del hackeo y no hay nada que se le escape de las manos, y yo pensando durante muchos años que estaba gordo de tanto estar sentado jugando al WoW o al LoL, y no!! Ya os contaré su historia, que es para flipar.
Salieron todos, a excepción de mi que estaba dentro enterándome de lo que podía como camarera. Tenía mi moto fuera, para cuando tuviera que juntarme a ellos. Lo oía todo por el pinganillo, y lo siguiente fue desastroso.
Ellos llegaron al punto de encuentro, donde tenían que cambiarse, repartir las bolsas de dinero y separarnos para así mañana volver a reunirnos en la otra punta, darles los pasaportes, repartir el dinero a partes iguales y no saber nada de nadie.
Pero no sucedió así, nos traicionaron. No me llamaba la atención y lo peor de todo, que estaba tan obsesionada en averiguar los pasos de los del casino, que no lo hice con los compañeros. Un tal Mateo y Kevin tenían otro plan con ese dinero y con los míos. Cuando se estaban cambiando, aprovecharon para apuntarles, retirarles las armas y llevarse el dinero. No solo contento con ello, yo estaba escuchándolo todo, estaba que me ardían las entrañas, si tuviera poderes en ese mismo momento los habría desintegrado, cogió Mateo y llamó a la policía. Se imaginaría que si tenían a los culpables no buscarían a más gente, y ellos podrían estar tranquilo. Salí como una puta bala del casino, cogí mi Glock y me fui para allí con la moto a toda hostia. Estaban atados con bridas, saqué el cuchillo y empecé a cortarlas, hasta que escuché sirenas, no teníamos un plan C ni un plan PUTO Z!. No contamos con una traición así, mi hermano se puso al volante de la furgoneta y los demás se iban quitando a toda hostia las cuerdas y bridas que les impedían moverse. Todo pasó muy rápido, se acercó un solo patrulla a ver la zona, y no pude hacer otra cosa que forcejear con él, y lo maté. Su vida pasó por delante de mis ojos, pude ver como se le apagaba la vida en esa mirada, cerrando los párpados y perdiendo fuerza en sus extremidades, ya no hacía el intento de vivir, ya había perdido la vida. Fallath corrió a ayudarme, era la primera vez que mataba a un policía sin culpa ninguna, alguien inocente, con su familia, con su vida, todo por unos mierdas que nos han traicionado. Me quedé mirándolo como pidiendo volver atrás y deshacer lo hecho, pero lo hecho, hecho está. Sin darme cuenta que habían más patrullas, me cogió Fallath de la mano llevándome a la furgoneta y lo abatieron. Teo y los demás, que estaban detrás de la furgoneta me cogieron mientras esta estaba en marcha yéndose, dejando a Fallath en el suelo pidiéndome que me marchara.
Mientras me alejaba no podía dejar de pensar en la muerte del policía, siempre había matado con un motivo, y aunque el motivo de ahora fuera huir, se que lo podía haber hecho de otra forma, y más sabiendo la que se le venía a Fallath encima.
No nos siguieron y durante unos días, no salimos de un escondite que teníamos. Fallath salió en todas las noticias, culpable de asesinato a un policía, culpable de robo al Casino, culpable de todo, y sus compañeros eran buscados por los mismos delitos.
Los próximos años que pasé, los pasé planeando su huida, estudiando cada centímetro de prisión, pero cada 2×3 lo cambiaban de prisión y me era imposible comprar a la gente de allí y conseguir sacarlo.
Una noche antes de que ocurriera esto, me hizo prometerle que si volvía a prisión, que no le iba a esperar. Evidentemente le dije que no, y por mucho que insistió, mi respuesta siempre fue la misma. No iba a dejar que se muriera en una cárcel. Iba a hacer todo lo posible por sacarlo, y si ello conlleva estar yo dentro por intentarlo, que así sea.
Cada noche sueño con el momento en el que lo dejé en el suelo, como me alejo y como se me rompe algo por dentro. Y día tras día, estoy más cerca de sacarlo de allí. Me planté con 25 años, como quien no sabe la cosa, con la vida en un hilo, sin saber si algún día me pillarían. Iba a todas las ciudades cerca de las prisiones donde a Fallath trasladaban. Casi siempre con la misma excusa, no hay sitio para uno más. Cuando estaba apunto de dar con un eslabón débil, lo trasladaban, y así 2 años. Hasta que llegó a Chicago. Vivía el día a día, analizando y planificando en mi cabeza, sin salir apenas de mi casa, tirada por las noches pensando y pensando, dándole a la cabeza, buscando cual es la salida, lo dejo todo y me entrego? Ni de coña… Todo una lucha interior, si no tenía suficiente con la guerra que tenía fuera, también la que llevaba conmigo.
Cogí todo el dinero que tenía en el banco, con varios millones en Florida enterrados en un lugar seguro. Y me fui sin nada más que el dinero de mi tarjeta a Chicago, bueno, si iba con equipaje. Iba con mi hermano y sus putas pintas.
Allí era una más, era una buena vecina, una buena ciudadana, una buena persona que conocía a mucha gente y era curiosa. Era muy importante ser simpática, un amor de mujer y que para nada pertenezco a una mafia y estoy creando mi propia organización.
Allí cuando se enteraron de lo que ocurrió, poco tardaron en querer ayudar y sacar a Fallath, incluso mi padre, parecía que había espabilado e hicimos las paces.
Era muy complicado, había agentes más secos que hechos por encargo, no daban pie a mucha amistad, pero todo el mundo tiene un precio. Descubrí que uno de ellos tenía problemas económicos, todo por el juego y sus vicios, apunto de estar embargado, mientras otro tenía a su hija de 14 años en el Hospital y las facturas le estaban llegando al cuello. Eran mis 2 primeros objetivos e iba de cabeza a por ellos.
Empecé por quien más urgencia tenía, este hombre estaba desesperado por su pequeña, por lo visto su mujer tenían hasta 2 empleos, y el iba haciendo trabajos en su tiempo libre, dormía 3 horas y de nuevo al trabajo. Era perfecto, nadie le diría nada a un padre que está perdiendo a su hija y se ha quedado dormido en una guardia.
Sin mediar palabra, sin que se notara mi desesperación y las pocas esperanzas que cada paso me otorgaban, fui hacia el con un sobre, me puse en su camino y mirándole a los ojos le dije: < No soy una buena persona, pero ningún padre debería ver sufrir a sus hijos <, y me fui.
Dentro del sobre había 10 mil dólares y una nota en la que estaba un número de teléfono de móvil prepago y escrito :< Si quieres más, tendrás que ayudarme <.
Con el otro que tenía problemas de economía, no sabía realmente qué hacer, si dejar que le dieran por culo por buscarse la ruina, o ayudarle si tenía un problema de vicios. Empecé a seguirle y a ver sus pasos, al salir del trabajo, lloros, llantos, rabia, creo que su mujer y sus hijos se fueron y lo dejaron ahí, es normal.. nadie merece arrastrar los errores de otros.
Me acerqué a él con muy mala hostia y le dije:
-Vengo de parte del jefe, y el puto dinero? Que dónde está el puto dinero!
Mi hermano estaba detrás crujiéndose los dedos con pinta de negro de barrio, así que el tema fue más creíble.
-Ya tengo el dinero ya, mañana se lo entrego, joder mañana se lo entrego lloraba.
-Cuánto debes? – le pregunté.
-30 mil dólares, debo solo eso, los tendré, te juro que los tendré. Tengo que vender el coche y pedirle a unos amigos, y tendré el dinero, por favor no me matéis…
Decidí ponerle a prueba, podría gastarse el dinero que le iba a dar, o podría coger y reunir lo que le quedaba para pagar a quien le debía el dinero.
Saqué una carta con otros 10 mil dólares en el, bien abultado y se lo entregué.
Le dije: – Esto es un regalo de Heavy Metal, si quieres más, llama al número que hay apuntado dentro.
Nos fuimos pegando un puñetazo en el estómago, y diciéndole : -Mejor tenernos de amigos, así que no vayas soltando por ahí que Heavy te ha dado nada, invéntate algo, lo que sea.
En fin, quedamos a X hora en cierto sitio, los 2 tapados para hablar de lo que nos interesaba.
La propuesta era sencilla, pagaba sus deudas si me ayudaba a sacar a un recluso de la federal donde el trabaja. Le ayudaría a que su familia volviera con el, y a que no le volvieran a molestar en ningún momento aquellos, costara lo que me costara.
Estas cosas no quería hablarlas por teléfono, lo suyo era en persona. Allí contactamos con Teo que nos comentara que zonas se podía pisar sin problemas, y donde hacer chanchullos.
Todo fue muy rápido, teníamos ya a uno de seguridad, y estoy casi al 100% segura de que el padre de familia también llamaría.
Accedió a hacerlo, pero necesitaba tiempo, tenía que ser en el comiendo de un nuevo mes, que tengan los horarios nuevos, saber quienes van a estar vigilando en cierto momento, las rotaciones y demás.
A los pocos días, se puso en contacto el padre, y que te voy a contar? desesperado, lo que salvaría a su hija costaba 30 mil dólares más, y era capaz de venderme su alma por tal de tenerlo. Yo tenía en florida 55 millones, más unos 500 mil que tenía donde vivía de alquiler. 30 mil dólares no me suponían nada, pero si lo regalaba sin nada a cambio, quizás perdiera mi oportunidad de sacar a Fallath.
El trato era sencillo, iba a trabajar codo con codo con el ludópata, e iban a hacer todo lo posible para que Fallath saliera sin problemas de allí. Y si tenía que entrar con una AK y cargarme a quien necesitara, lo haría.
Empezamos a trabajar, aún quedan muchos temas de por medio, y Fallath sigue en prisión, pero queda cada vez menos. La pequeña se mejora cada día más, y yo me encargaré de que de por vida tenga la medicación que la ayuda a estar bien, pero el día que me falle. Seré yo quien termine con la tortura de ambos. Matándolo a él, y dejando a la niña sin sustento de nadie.
Con mi familia no juega nadie. Mientras hacíamos más planes, comprábamos pasaportes falsos para tener distintos planes, armas y demás. Llegó el día en el que Fallath recibió los pasos a seguir en una reyerta que iba a haber a la hora de la comida por parte de 2 negros los cuales, cuando salgan tendrán una buena recompensa.
Era sencillo, distraer, atraer y esconderse. Los otros seguratas se encargaría de sacar por la zona de carga y descarga a Fallath, mientras el camionero era contacto mío de Florida. Gracias abuelo por enseñarme a que las amistades hay que cuidarlas, y los contactos aun más.
Sabía que iba a ser muy peligroso, pero confiaba, todos estos meses planeando una salida, tenía que servir de algo. Y si seguía esperando, podían volver a trasladarlo y volvería a perder la oportunidad.
Los golpes empezaron a dibujar el comedor de sangre, los de seguridad no tardaron en usar la porra y el resto de presos a defenderse. Según las noticias, acabaron muchos en el hospital, daños que estaba dispuesta a pagar.
Sin llamar la atención se lo llevaron hasta la zona hablada y lo metieron entre un montón de colchones rotos, ropa y sabanas rotas, y demás cosas que iban a tirar al vertedero.
Se acercaba la hora a la que teníamos que hacer el intercambio de vehículo, y allí estaba. Como cuando terminas un puzle que llevas años intentando completar, lo vi. Salía del camión abrazándome con una sonrisa de oreja a oreja. Un sobre para cada uno de los que han participado, y a irse de la zona cuanto antes.
Si todo va bien, no le buscarán en una buena temporada, ya que no debería salir como que está en la federal de San Francisco, y que sí fue trasladado a Texas hará unas semanas.
No tardamos en meternos en un coche y en dirección a un avión para irnos a Liberty City donde íbamos a pasar una buena temporada, sobre todo haciendo vida normal.
Allí compramos un piso y con algo de informática y conocimientos, conseguimos hacer que el nombre de Fallath fuera eliminado de los archivos y delincuentes que iban a Texas en el traslado. Si no había nadie que reconociera a Fallath, no había peligro de que vieran que faltaba alguien en ese traslado.
Cumplí los 26 allí en Liberty City, debo admitir que me enamoré de esa ciudad, tan glamurosa y tan desastrosa a la vez, ver como la pobreza y la riqueza se cruzaban por la calle como si nada. La gente desprendía prepotencia y arrogancia mientras veían a alguien pidiendo muerto de hambre en la calle, y levantaban la cabeza sudando de ellos.
Supongo que cada uno a lo suyo, y yo a lo mío, que ahora era sobrevivir y esperar que el tiempo pasará.
Pasamos unos meses raros en Liberty City, empezando a crecer y a ser conocidos. Lo único malo de esto, es que te creas más enemigos que amigos. Y a veces la presión puede con la gente.
Quiero creer que es lo que ocurrió, quizás confiar demasiado en la gente, en que harían lo mismo que yo por ellos, me ha llevado a esta situación.
Fallath y yo no pasábamos por el mejor momento nuestro, quizás el amor se moría, quizás ya no sentía nada.. solo sé que se esfumaba nuestro sueño.
Intentábamos de verdad estar bien, pero entre que él no podía hacer mucho ruido, y yo cada vez más dura y decidida en mis negocios, lo nuestro parecía tener final.
Mi hermano más distanciado que nunca, una mujer tenía que ver en ello. Y el resto de compañeros fueron cayendo algunos en las drogas, otros en el alcohol, el juego… La policía debería estar tranquila, realmente los delincuentes caemos por otros delincuentes o por nosotros mismos. Somos nuestro peor enemigo, nosotros nos destruimos.
Un día paso de estar rodeada de gente, y al otro, abandonada. Y así fue poco a poco, mientras mis padres en Florida me insistían en que volviera, que se había jodido, que lo dejara. Y no por mis santos muertos que no, yo no iba a rendirme. No iba a haber dios que me sacara de Liberty City, nunca nada ha podido conmigo, y esto mucho menos. No iba a volver con la cola entre las piernas, con las orejas agachadas, y que el resto de mi vida me recordaran que no fui capaz de crecer por mi misma.
Aunque movíamos mucho dinero, y conseguía trasladar mis tratos desde otras ciudades a aquí, la vida te deparaba otros asuntos. Un día estás aquí, y al otro no eres nadie.
Fallath se desentendió de la mayoría de nuestros negocios, aunque siempre estuvo a mi lado, parecía no estarlo. Sentía que estaba sola estando acompañada, es normal, después de haber salido de lo que ha vivido, creo que tienes ganas de vivir, no de la vida que yo le ofrecía. Supongo que no fui la mejor compañía, ni la mejor pareja, ni la mejor persona.
Pero ya no había nadie que me salvara de mi misma, y allí fui, al borde del abismo.
Toneladas de drogas, armas, dinero, pasaban por mis manos, distribuyendo a otras presas. Y caían, y caían…
Los que ayer llamaban para entregar coca, ya no había nadie al otro lado del teléfono. Supongo que si yo seguía en pie, es por hacerlo bien. Siempre cubriéndome las espaldas, teléfonos falsos, identidades falsas, ninguna huella, ningún rastro.
Durante un buen tiempo, me dediqué a ir sobre segura, más que sobre segura, segurísima. No había alma que me encontrara, hasta mis vecinas pensaban que me había pasado algo. Tenía especial relación con varias señoras ya mayores, que siempre me vieron con buenos ojos y me trataron estupendamente. Cosa que agradecía, lo que recibo lo devuelvo, y siempre que podía estaba allí para ellas. Es raro en mi, oye, pero este tipo de acciones hay que compensarlas y recordarlas, y por muy hija de puta que fuera, ellas no se merecían nada malo.
Siempre que tenían problemas solían acudir a mi, que si un grifo roto, que si le sobraba cena y me traía 4 kilos de macarrones, que si su nieto es un bocas y había que frenarle los pies… cosas que me dan bien.
El dueño del estudio donde tatuaba, se cogió unas vacaciones permanentes en Las Vegas. El muy cabrón me vendió el estudio a toda leche y salió de la ciudad como alma que lleva el diablo. Supongo que lo buscarían o prefirió pasar del tema.
Así que, me plantaba en Octubre, siendo dueña de mi propio estudio en Liberty City, ni tan mal. Era el cuarto estudio que tenía, 3 en Florida y el primero en Liberty.
Conforme iba pasando el tiempo, la cosa se iba calmando, parecía la gente acostumbrarse más al movimiento que había de policía, y aprendíamos a saber las rutinas que tenían.
Hasta que un día volví a recibir una llamada, de una voz familiar.
Hace tiempo que trabajé para este hombre, una persona seria y meticulosa, y sobre todo bastante rica. Ya había trabajado con él hará un tiempo, y esta vez quizás volvería al mismo tema. No diré que lo hacía como Marco y mi abuelo, nunca habrá nadie como ellos. Pero estaba en mi salsa y voy a admitirlo, estaba bien saber que habían caras conocidas en la ciudad.
Teniendo en cuenta que Liberty City es enorme y que poco a poco mi nombre se hacía más fuerte en la zona, mis contactos y trabajadores se hacía más presente, la gente era más consciente de todo lo que se venía a la ciudad. Con tan solo 27 años OBDC cada vez era más real, el nombre de Heavy Metal era reconocido como una hija de puta que maneja mucha mierda.
Éramos alrededor de 60 personas, como cojones crecemos tan rápido? Personas que les dolía hacer negocios con la muerte, acudían al lado ilegal a sabiendas que la policía no iba a hacer nada para usar la Ley. Y es una pena, muchos policías de verdad quieren la paz, pero hay mucha otra que usan esa Ley para sentirse importante, para ir contra ti y tus ideales, para hundirte por sus huevos.
Estas personas que estaban conmigo, algunos habían sufrido, otros tantos no creían en lo que veían, otros querían ser esa mano ejecutora y otros simplemente querían ver arder la ciudad. Y yo? que quería yo…
Quería manejar la organización que tanto habíamos soñado, quería lo que Marco y mi abuelo habían creado en Florida, yo quería y quiero a día de hoy ser la cabeza pensante, ser quien maneje el tema y controle el riego de delincuencia de la ciudad.
Estamos en noviembre, un mes precioso...Si tenemos en cuenta que he cumplido 28 años, para algunos sería todo un dolor, para mi un logro.
Este tiempo entre que llegamos a Liberty City y nos acomodamos, algo debió suceder, aun no lo sé, quizás soy yo, mi forma de ser, mi pasado, mi presente, yo en definitiva.
Hasta que se acercó uno de los días más confusos y difuminados de mi vida, Fallath no estaba. No estaba su ropa, no estaban sus pasaportes, no había nada de lo suyo que fuera importante. Todo por lo que durante años había luchado, se desvaneció en un pestañear.
A las pocas semanas mi padre llamó, y mi hermano tuvo que marchar para allí. Esperaban que yo también fuera, pero, no me quiso de líder, y ahora quiere que arregle problemas? No.
Me convertí en una sombra, lúgubre y turbia, allí donde iba, en vez de gustar, alejaba a la gente. Si siempre fui despiadada, ahora más, me habían quemado el alma.
Los días parecían tener todos el mismo nombre, todos el mismo fin. Empecé a encargarme yo totalmente de todo, entre el estudio y la organización, no tenía tiempo ni para mirarme al espejo. La gente no podía ver lo destruida que estaba por dentro, no podía permitir que vieran que no pegaba ojo por las noches, que me dolía el alma con el abandono de Fallath, que pasó a buscarse su vida, que desapareció de la mía sin darme ni una explicación.
La vida es aquello que no entenderé, me decía mi abuelo. Pues esto es vida? Poder, dinero, amor, rabia...
No conseguí contactar con Fallath, y mi hermano se quedó en Florida. Y fue lo mejor que pudieron hacer, que siguieran con sus vidas, eso haré yo con la mía.
Empecé a dedicarme el poco tiempo que tenía, a trabajar en mi estudio de tatuajes poniendo piercings y tatuajes, la verdad es que el estudio estaba en un barrio de mala muerte, lo que me dejaba conocer a gente del mundillo en el que me movía, aunque eso sí, bastante cutres, lo típico, pandilleros, peleas, algunos rollos. Yo nunca he sido de presumir riquezas por mucho que tuviera, por más millones que tenga en Florida, no me interesa tener una mansión, un coche tremendo, ni nada de eso, que si lo quería podía tenerlo, pero me guío más por el <Me gusta? me lo quedo>.
Pude comprarme un piso, me compré mi moto de segunda mano, una preciosa Akuma que estaba en el garaje de un anciano.
Un anciano llevando una Akuma? No, era de su hijo, falleció en un accidente de moto, y el hombre llevaba manteniéndola 4 años en el garaje, destrozada que estaba, y con una historia entre sus metales.
La vida parecía no sonreírme, y lo entiendo, a la gente mala les pasa cosas malas. Y por más que quisiera hacer actos de algo que llaman bondad, tenía mucha carga en la espalda.
Si tuviera la oportunidad de cambiar mi vida, no lo haría. Crecí con esto, me cultivé con esto, con esta vida, con estos ideales, y si dios no está de mi parte, que no lo esté. Tengo y yo sola me mantengo, no necesitaba de nadie y menos de lastres a los que estar arrastrando. Si no querían estar conmigo, que no lo estén, dónde está el problema?
Se me pasó bastante rápido la pena de Fallath, ojalá esté feliz allí donde esté (mentira, ojalá se esté pudriendo), que por cierto, conoció a otra chica bastante rápido, no le deseo nada de mal, solamente lo apuñalaría hasta dejarlo hecho un colador y a ella también. Ya me dedicaré yo a mi vida, y para colmo, OBDC cada vez crecía más y más, muchos lo acabaron dejando, personas que no sabían nada de mi, otros que acabaron 2 metros bajo tierra al saber demasiado. Se fue formando cada vez más serio, el nombre estaba cada vez más en la boca de otros, inclusive en las noticias, como un grupo organizado llamado OBDC ha dejado 3 fallecidos y varios heridos en una timba ilegal en la que se jugaban la libertad de unas niñas. Unos nos aplaudían otros nos despreciaban por hacer cosas que la policía debía, y vaya, que casualidad que en ese asunto había policía de por medio.
Y vuelvo a repetir, no me veo una heroína, no quiero esa mierda. Pero si la Ley no funciona, tocará poner orden a mi manera.
En el barrio en el que yo vivía empezó a haber problemas de robos y lo peor, es que todo apuntaba al mismo niñato, supongo que no sabrá que en ciertas zonas habían cámaras.
Este no tenía ni ideales, ni había tenido alguien que le pegara 2 hostias, y me tocó a mi. A quien se le ocurre robar en casas del barrio en el que estaba mi estudio de tattoo? Y que encima, la gente supiera quién es..
Un niñato de estos que no llegan ni a la suela de los zapatos, queriendo ir de raperito del montón y de maluchón peligroso.
No me hizo falta gran cosa, acercarme a donde sabía todo el mundo que se dedicaba a fumar con sus colegas, y tontear un poco con el. Una miradita aquí, otra miradita allí, morderse el labio, y hacerle un gesto con el dedo de que se acercara. Lo siguiente era llevarlo a mi casa y acojonarlo.
Lo cogí, lo abracé por la espalda y en un pestañear ya tenía la pistola en la sien.
Los siguientes segundos eran clave para su futuro, si hacía lo que yo le decía, seguiría con vida, quizás con un dedo o dos dedos menos, pero con vida. Si se le ocurría aunque fuera vacilarme, me tocaría pasar varios días limpiando la sangre de mi casa.
Empecé a escuchar un gotear, clok, clok, clok, y el instinto me llevó a mirar al suelo debajo de sus pies. Se había meado encima, buena señal para tu supervivencia, pequeño.
Mientras seguía apuntando a la cabeza desde atrás, susurrando al oído, le canté todo lo que había robado, y todo el daño que hizo. Cómo iba a devolverle cada minuto de dolor que había ocasionado a la gente a la que roba, y lo que es peor, robar a ancianos, personas que van día a día en sus comidas y medicinas. Algo tan rastrero de robar 10 dólares de un bolso a una señora, que podría ser para la pastilla, o para comer un par de días.
Lloraba y lloraba, suplicaba por su vida, y sinceramente, mi cara reflejada en el espejo que tenía delante, no indicaba que se me ablandara el corazón.
Lo llevé al baño, y allí saqué un cortapuros, mi abuelo cortaba muchos dedos de esta forma. La hoja estaba tan afilada, que tenía un reflejo bonito con la luz del baño. No entendía ya lo que decía, entre los mocos y que no podía tragar del miedo que estaba pasando.
Pobre, le puse el dedo índice dentro del cortapuros, y mirando sus ojos en el espejo le avisé. Si se le ocurría volver a robar, la siguiente lo haría de verdad, pero le cortaría la polla, y no se la devolvería, la tiraría por el váter.
Empezó a rezar, a decirme llorando que sí, que no volvería a hacer nada de eso. Y le creí, lo vi en sus ojos.
Cuando pensaba que estaba todo bien, aun con el dedo en el cortapuros, apreté y me llevé el dedo por delante.
Quedó en shock, miraba su mano y como el baño estaba entre blanco y rojo por la sangre. Su tono de piel cambió, se volvió blanco y empezó a marearse.
Le rocié un chorro de alcohol en el dedo y mientras gritaba, le iba acompañando a la entrada de mi casa. Iba a darle la patada ya, demasiadas tonterías por hoy.
Salió una vecina asustada, pensando que algo malo había pasado con tanto grito.
No se preocupe, que estaba cocinando y se ha cortado un dedo. Cuando la vecina le vio la cara y vio quien era, me miró y afirmó con la cabeza mientras le decía a el, que hay que tener cuidado donde se mete la mano.
Fue uno de los trabajos de estos días que más me ha gustado, es gracioso que yo haga justicia. El día que a alguien le toque hacer justicia conmigo, va a ser muy divertido.
Los días seguían, y me encargaba de reuniones y organizar detalles, tampoco te creas que estas cosas eran todos los días. Ten en cuenta que mi gente son personas normales, no son pandilleros. Esta gente tiene su familia, tienen sus vidas, sus trabajos… solamente han perdido la fe en la ley. Muchos de ellos han sido ayudados en sus peores momentos, el dinero es lo que tiene, mueve la vida y también termina con ella.
Y te preguntarás, ¿para qué fías? Y si no te pagan? Todos pagan, de una forma u otra, siempre alguien que no me ha pagado a su debido tiempo, me ha pagado el doble. Y es una forma de despejar esta rabia interior que tengo, ir a por ellos, y que me paguen el doble, y si no el triple..
Una pequeña paliza aquí, otro dedito roto por allí, lo que se cría se recoge, y si no tienes palabra, ¿de que te sirve la lengua?
Creo que gracias a mi, los cirujanos, han colocado más lenguas en Liberty City que en los últimos años.
También vendía por mi cuenta armas, las compraba baratas, las arreglaba, limpiaba y ponía a punto para su uso, muchas robadas a la policía o confiscadas de otras organizaciones, que llegan a la calle de nuevo por policías no muy legales, que no saben hacer papeleo.
En una entrega de 2 berettas, algo que debió ser sencillo, me pillaron de por medio 3 tíos, son los peligros de ir trabajar sola.
Me acorralaron, y mientras me defendía del que tenía delante, el de detrás me tumbó de un golpe en la nuca con la culata del mismo arma que le vendí.
Desperté en su coche cuando me llevaban no sé donde.
En el mismo coche mientras abría los ojos y notaba que tenía su mano por debajo de mi ropa interior mientras estaba sentada en el asiento con la cabeza entre las rodillas, acerqué mi mano a mi tobillo y saqué la mariposa que llevaban en la bota. Soy una mujer con muchos planes, y por supuesto, que no iba a dejarme hacer lo que fueran a hacer.
Se escuchó el Click y el sutil sonido de la hoja de la navaja abrirse, de forma automática. y como acto seguido sin mediar palabra y en lo que tardas en pestañear, le clavé la navaja en el cuello.
Me salpicó sangre en la cara, momento glorioso para mi, como intentaba respirar mientras se agarraba el cuello.
Afghhagghhhaagghhhgffff un sonido parecido salía de su boca, mientras abría los ojos y se apagaba el brillo de ellos. Su camiseta llena de sangre, la pistola en el otro asiento… Mientras le quedaban menos de 2 segundos de vida, y los demás se habían dado cuenta evidentemente de lo que hice. El conductor da un volantazo pegándome en la cabeza con la puerta al coger la pistola. Sabía que no podía, no joder, no podía permitir perder los estribos, ni la visión. Recuperé el foco de atención y con la pistola apuntando al copiloto disparé, disparando él también. Yo no fallé y le di en la cabeza, mientras el me dio en el costado. Acto seguido vacié todo el cargador en el conductor. El coche estampado en una pared al lado de las cloacas, 4 de la mañana y ni un alma. Miré al techo del coche, y empecé a llorar apretando los dientes mientras me tocaba la herida y veía mis manos llenas de sangre..
No sé, quizás la adrenalina, quizás la soledad, quizás el haberme librado de morir en ese mismo momento por esos, o el saber que es lo que siente la persona a las que le hago yo lo mismo.
Apreté los dientes y gruñendo, me levanté como pude. Cogí las armas, seguramente los identifican, pero tenía que simular que era un ajuste de alguna banda. Vacié los cargadores aun estando muertos en ellos, que pareciera algo vengativo, con rabia, aunque la había. Y le prendí fuego al interior del coche, empezaron a quemarse ellos, dejando los rastros comunes, y me fui al explotar el coche.
Me fui metiendo entre callejones, con la cara llena de sangre, tambaleándome, viendo borroso y deseando no morir en una esquina como una pringada.
Ya apartada pero no segura, empecé a intentar palpar la herida, tenía salida la bala, mejor. Y allí mismo me desmayé.
Creo que desperté a las 3 horas, rodeada de 3-4 perros y un señor con acento Italiano. Lo primero que pensé fue, ya me pilló la policía, que debo decir, que debo hacer, piensa Ivy, piensa… Mientras cada vez era más consciente de lo que me rodeaba y que el tío, para nada tenía pinta de poli, y menos con ese olor.
Estaba debajo de un puente a varios kilómetros de dónde me desmayé, el hombre, en vez de robarme, prefirió ayudarme.
Fui desmayándome y volviendo en sí varias veces más.
Dante venía de Italia, a ganarse la vida en otra ciudad, siendo veterinario y abriendo su propia consulta. Supongo que este hombre tenía un gran parecido conmigo.
Me desperté de día, eran sobre las 15:00 de la tarde aproximadamente, el sentado jugando con los perros mientras yo estaba metida en una tienda de campaña muy sucia, diría que de color verde, pero parecía negra.
Intenté levantarme, me tiraba en el abdomen algo, un dolor intenso y a su vez tirante. Me había cosido como había podido el hombre, aun no sé hasta que punto eso estaba limpio. A día de hoy estoy sana en cuanto a enfermedades, o al menos eso dice las pruebas cuando me las hago por ser tatuadora.
Me levanté y salí de la tienda de campaña como pude, mientras los perros fuera se acercaban corriendo a mi y Dante sonreía alegre. Como si no las tuviese todas con el que sobreviviera…
Quería olvidarlo todo, mientras mis ojos se adecuaban a la luz que me daba e intentaba ver con claridad todo lo que me rodeaba.
Dante me insistía en que debía quedarme tumbada lo máximo posible, que se podía abrir la herida…Me agarró de los hombros y me obligó a sentarme. No tenía fuerzas para poder evitarlo, y ahí se me pasó el tiempo.
Me pasé 3 días durmiendo más de 16 horas, sintiéndome destrozada tanto físicamente como espiritual, excepto la mental. Me prometía a mi misma que si salía de esta, a este hombre no le iba a faltar de nada. Que iba a sacarlo de ahí, que lo haría por mis muertos.
Dante no aceptó para nada mi ayuda, ni siquiera vivir un tiempo en mi casa para que retomara su vida. Se había hecho a la vida en la calle, a dormir a la intemperie, a no tener techo ni paredes. Que puedo contarte más de este hombre? Que lo llevo en un pedestal, que a día de hoy se que pudo volver a su país donde pudo retomar de nuevo su vida, que aún doliéndole aceptó la oportunidad de empezar de nuevo y a día de hoy, sé que está formando su familia, nada me hace más feliz que eso.
Los días pasaban y al poco de diciembre conocí a un chico. Una voz preciosa, atractiva, con un vibrar que me volvía loca. Vestía muy bien, piel morena, pelo castaño. ¿Su nombre? que más da… Yo era su Julieta, Fallath desapareció de mi mente. Ya no esperaba nada de él, aunque deseaba realmente saber que al menos, estaba vivo. Y aunque quería divorciarme y poder seguir con mi vida sin la limitación de saber que unos papeles me impedían moralmente seguir adelante, rezaba que siguiera vivo.
Solo tenía ojos para ese hombre, me enganché totalmente, tenía una caricia suya en cada pelo, al menos las primeras semanas. Duró bastante poco, rechacé a muchos otros por él, para que de la noche a la mañana desapareciera sin decir absolutamente nada. Otro que desaparece, empecé a pensar que era yo la que había que la gente huyera, que tenía un aura negra a mi alrededor expulsando a la gente de mi lado.
Y allí, el 25 de diciembre, con un plato de comida precocinado, viendo una de mis películas favoritas y cayéndose la casa encima de mi alma, me prometí no volver a abrir mi corazón a absolutamente nadie a la primera de cambio. Que si querían estar conmigo, iba a ser trabajado, dando el callo.. Y qué sería yo la que caza, no la cazada.
Mi última intención era jugar con nadie, y no era algo que fuera a hacer, está en contra de mis principios morales, pero no iba a permitir la entrada de nadie a mi alma de la noche a la mañana. Iba a hacer lo que el cuerpo me pidiera, lo que la intuición me marcara.
Si conocía a un chico, lo conocería a fondo, con la libertad que me diera la puta gana de conocer a otro, no iba a darles el privilegio de ser su mujer de primeras de cambio.
Se terminó de entregarme de buenas a primeras sin frenos, no quería volver a estrellarme, y que cojones, ahora podía ser lo manipuladora que quisiera. Iba a aprovechar totalmente lo mujerona que estaba hecha, y que pasara lo que tuviera que pasar.
Le dije no tengas miedo que yo estoy contigo, la soga al cuello, la vida es un bello castigo..
Como cuando un golpe de aire te da en la cara al salir de algún lugar cerrado, y te hace consciente de la libertad que te espera allí fuera.
Los días con rutina eran lo que menos me importaba la verdad, un tatuaje, otro tatuaje, una paliza, una cara sonriente para este cliente, aunque realmente estaba deseando destrozar esa carita con el codo.
Tengo el suficiente control como para dejar a un lado la mala hostia que me recorre por todo el cuerpo y tranquilizarme una temporada hasta que todo fluya y se abra la veda y den libertad a mi mala puta interior.
La gente parecía perdida, había un control infumable en las calles y la policía parecía que reinaba todo, hijos de puta.
Venían a mi estudio como si fueran bienvenidos y yo con una maldita sonrisa en la cara acordándome de todos sus muertos. Pero es mi trabajo, y debo mantenerlo, por si en un futuro, la delincuencia vuelve a caer y al menos tener una fuente de dinero fija.
Y sin quererlo, lo conocí, se llamaba Crisbell, la verdad… para nada pensé que iba a ser policía, esa forma de caminar, esa mirada y pf esa maldita sonrisa. En fin, madero.
Me empezó a encantar estar con él y lo detallista que era, aunque estaba segura que lo era con más tías, pero mientras yo me lo tiraba, también veía a más tíos. Así que, está justificado que él pueda hacer eso, por ahora.
Pronto terminó el tema con él, ya que con maderos no quiero saber nada romántico, haciendo que conociera a un amigo suyo llamado Jayden, me costó una barbaridad aprenderme el nombre. La primera vez que lo vi dije, este tiene algo especial, y así es. Es tierno, simpático, adorable, cariñoso… Todo lo que yo adoro en un tío y todo lo que no quiero en un hombre. Es un poco contradictorio, pero no podría meter en esta vida a un chico así, iba a estar más pendiente de él que de mi, y eso sería un flaco favor para ambos. Aunque quien me quitó el sueño fue un chico llamado Klay, que sí joder que sí, que me volví una cabrona, una puta, una sin vergüenza, sí y?
Mientras me dedicaba a extorsionar, a repartir drogas e imponer respeto y mi presencia de nuevo en la ciudad. Mis primeras intenciones no eran nada amoroso, debo admitir que me gustaba tenerlos pendientes de mi, con el móvil en la mano y su sonrisa esperando un mensaje agradable mío.
Estaba aún casada, y a las puertas de conocer a un abogado, como caído del cielo allí apareció. En el badulaque mientras compraba y presentándose como mi futuro héroe en cuanto a la legalidad.
Quería quitarme de encima ya el título de ‘’rechazada y/o abandonada’’. Quería firmar ya el maldito divorcio y disfrutar de esta vida y las ventajas de estar tan buena como estoy.
Klay sin embargo logró pararme los pies, ahí tan valiente como soy, decidí entre todos los que querían algo conmigo abrirle más la puerta a Klay. ¿Motivos? No lo sé ni yo, intuición?
Sólo sé que hice bien, y que estoy preparada para todo lo que tiene que venir y vendrá, estoy segura que vendrá.
Febrero se acercaba con una leve sonrisa, ya las cosas no me gustaban tanto, me pasaba más tiempo sola que acompañada de nadie. Y la soledad, no me es ningún problema..pero cuando te toca repartir drogas sola, como la última vez que repartir armas y acabé inconsciente en un coche mientras me sobaban..no me llama.
Marshall un tío bastante serio de la organización, empezaba a aparecer más por mi vida, aunque el tema Banco le consumía casi todo su tiempo, y es evidente, que primero va su negocio y luego arriesgarse por unos billetes cuando tiene en sus manos el de toda la ciudad.
Dije serio? serio es poco, a día de hoy aun no le he visto sonreír, aunque sé que estaba loco por mi, quien no iba a estarlo?
Y como pocas cosas hay que puedan con mi moral, seguí adelante, inclusive cuando Klay y los demás decidieron irse, volviendo otra vez a la rutina de la soledad. ¿Qué sinceramente? me daba igual. Ya estaba cansada, por todos lados dando todo lo que podía y el resto de momentos, puñaladas. ¿Queréis iros? iros ya.
Yo ya estaba cansada de todo este tema, y la gente venía a mi vida y se iban, y ya sinceramente? Me la sudaba. Si quieres estar, vale, y si no? vale. No me importaba absolutamente nada, no tenía problemas en conocer a más gente.
Jayden se quedó conmigo, y todo este tiempo que había estado con él, se convirtió en mi mejor amigo. Hacía tiempo que no coincidía tanto con una persona, ya llevaba tiempo conociéndolo y la verdad? Lo iba a defender a capa y espada siempre y cuando no la cagara, para eso estaba yo, para intentar enderezarlo y por más palizas que le daba, poco a poco iba aprendiendo a hacer las cosas correctamente.
Klay se fue el último, primero a visitar a su hermano que iba a ser padre, y luego a San Francisco a seguir currando, que una vez entras.. no hay forma de salir.
Oportunidad tras oportunidad, y decepción tras decepción. Ya hasta había perdido el número de veces que había matado por traición, por desviarse, por el bien común.
Los días pasaban y cada vez era todo más raro, esto va a rachas, a veces las cosas van viento en popa y luego hay otras que se tuercen, pero como dicen, dios escribe recto en renglones torcidos. Cuando piensas que peor van las cosas, que no encaja nada, es cuando más encaja todo, cuando más claridad encuentras en el camino.
Y yo era una persona que sabía dejarme llevar o coger el toro por los cuernos, que he vivido muchas veces estas cosas, y he salido de cosas peores, mucho peores.
Klay no estaba del todo seguro por todos los chanchullos en los que estaba tanto él como los suyos, y lo mejor que pudo hacer es irse tanto él como otros más, y así terminó sus días por Liberty City, gracias a mi y a mi hermano Ian que está llevando el trabajo en San Francisco, pudieron pirarse sin necesidad de un tiro en la frente. Aunque no te voy a mentir, mi hermano no va a permitir tonterías, aunque vengan de mi parte. Y tiene orden mía, que cualquier tontería acaben 2 metros bajo tierra, me da igual amistades me da igual amoríos. Allí seguía el trabajo de OBDC llevándolo mi hermano totalmente de mi parte, y sabía que podía confiar en que el negocio siguiera, tanto el familiar como el personal.
La gente en muchas ocasiones suelta las típicas tonterías de, mejor muerto que en prisión, que quieres que te diga? Yo he estado 4 años en la cárcel y la verdad que prefiero estar en la cárcel e intentar salir de ella que muerta.
Me da igual si tengo que trabajar el doble, si tengo que estar recibiendo palizas todos los días y evidentemente dándolas, que voy a puto piñón, y nadie iban a ponerme trabas en lo que quería conseguir. Así que sí, antes en prisión que muerta, y también te diré una cosa... Puedo asegurarte, que con todos los millones que sigo amasando en Florida, Liberty City, San Francisco… no va a faltarme de nada nunca.
Fui cambiando de informantes, y Jay como siempre, seguía ahí, había recibido de mi parte más de una paliza, evidentemente por hacer las cosas mal.
Pero bueno, a veces es necesario hacer este tipo de cosas, con tal de ayudarle a sobrevivir, pero parece ser que no quería aprender y la cosa empezó a empeorar.
Conoció a varias chicas y bueno, parece ser que un chocho hace perder la cabeza a más de uno, y en este caso le tocó a Jay.
Al principio yo estaba contenta de que fuera feliz, de que follara y al menos se entretuviera, pero empezó a dejar su trabajo con OBDC a un lado, no lo veía centrado del todo, empezando a mentir y ocultar información.
Solo tenía que seguir lo que yo le decía joder, solo eso.. y con el tiempo habría tenido todo lo que el quería, pero tenía que hacerlo con los pasos adecuados y no como lo hizo él.
Mientras tanto yo buscaba gente para poder seguir manteniendo un grupo al que rodearme y con suerte poder seguir teniendo a gente en toda la ciudad.
Conocí a Kian, Liam, John, Eric, Willy.. la verdad que todos de puta madre, prescindibles, pero de puta madre.
A día de hoy, la mayoría son legales, excepto Willy que tenía algún asunto turbio por ahí y no tardó en irse de la ciudad y Liam, que más tarde me enteré que tiene mucho de común conmigo.
Dediqué todo el tiempo que podía a ellos, a conocerlos y tener otra fuente de información, que a veces inconscientemente soltamos mucha mierda.
Y bueno, no voy a mentirte, mis alegrías me daba con alguno de ellos, un polvo por aquí y por allá, que una se merece estar bien atendida, y más cuando hago toda esta mierda.
Kian y Liam empezaron a ser más importantes en mi vida, Kian dedicado a hackear y demás, y Liam a sacarme información dentro del casino, unos miles de dólares extras siempre les venían bien.
Empecé a tener mucha más afinidad con Liam, quizás que su padre también perteneciera a una mafia en otra ciudad, y que haya vivido algo parecido a mi, me hacía confiar más, e igualmente aunque quería mucho a Kian, el trabajo no me permitía pasar todo el tiempo que quería con él, quizás, eso hizo que se aflojara un poco nuestra relación.
Me propuse enseñar a Liam, era buena persona, aunque su padre fuera lo contrario, mis dudas estaban ahí, valía la pena que lo metiera en esta vida? si lo quería, lo suyo sería que se fuera no? lo que muchas veces me ha dicho Jonan, no meter a alguien que quieres en esto, es ser egoísta y ponerlos en peligro.
Pero debo admitir, que ambos dieron pasos sólidos, no obligué a nadie, y si voy a ver por sus vidas, estaré a pie de cañón guiando en todo lo posible para que no acaben con un tiro en la frente. Quizás eso fue lo que ocurrió con Jay, Jay nos había traicionado, había contado a Chanel que él era parte del grupo de la OBDC, eso fue de lo peor aunque sinceramente? no me importó, no importó porque ella trabajaba para nosotros, y si me enterara que decía cualquier cosa, acabaría muerta, ella, Hugo su puta madre y los muertos de satanás también. Pero empezó una mentira tras otra, tras otra, a ocultarme información y a ayudar a Chanel contra Hugo, algo que no podíamos permitir, no podía ser que se pusiera de lado de ella, y no que se quedara aparte.
Y le entiendo totalmente, pero en el rango en el que estábamos, era imposible que nosotros nos pusiéramos de lado de nadie, demasiado poder en las manos equivocadas, harían que se fuera todo a la mierda, y no solo él, también yo, nuestros negocios, y cientos de personas más afectadas. Fue duro? no, el trabajo es el trabajo, y siempre se lo he dicho, si tengo que cargármelo, lo haré, si tengo que abrirlo en canal, lo hare. y si lo digo, no es para fardar, es porque soy capaz de hacerlo y lo haré.
Lo dejé libre unos días, que la gente lo viera, que dijera que viene de Oregón de buscar información de su hermana y ha topado con quien no debía recibiendo una paliza de advertencia y un par de tiros.
Total, lo iba a matar igualmente. Y así fue, pasado unos días después de cogerlo por detrás y ponerle la pistola en la sien, apreté el gatillo mientras notaba como su corazón se le salía del pecho y no conseguía pronunciar palabra.
Siempre ha pensado que gente de OBDC le tenía manía, y lo que no sabía es que era quien lo mantenía con vida estos días, mira que le avisé, le avisé repetidas veces cómo no iba a perdonar estas cosas y va, y lo hace. Joder, le puto avisé, es más cuando lo tenía agarrado por detrás y le susurraba al oído como iba a disfrutar con su muerte, un vacío inmenso se apoderó de mi, tanta puta muerte, la siguiente sería yo?
Debí esforzarme más para que no la cagara? en qué mierda fallé para que llegáramos a este punto?
Y sin pestañear ni un segundo al apretar el gatillo, lo maté. Cogí aire lentamente llenando mis pulmones mientras notaba como mi corazón no tenía sentimientos algunos por su muerte, en otros tiempos sí me habría jodido, pero.. ya la traición hizo demasiado mella en mi confianza hacia el.
Una llamada, una recogida del cadáver y limpieza de la zona, desguazar su coche que estaba en la entrada y hasta luego. No sin antes enviar mensajes a sus contactos más cercanos, inclusive yo, para que supieran que se volvía a Oregón y que iba a buscar a su hermana sí o sí.
Espero que con esta mierda, la policía no huela nada, aunque hay cierta persona que se fue de la ciudad para ir a buscar a Jay a Oregón, que busque, que busque... No va a encontrar nada, y como siga así, encontrará otro tiro en la frente, en este caso, su frente.
La gente no se inmutó de que Jay se fue hasta pasado unos días, faltando al trabajo, dejando su hueco en el gimnasio, aunque pronto otros ocuparon su lugar, la vida es así, a la mínima de sustituyan.
Días después Silas un tatuador de mi estudio también fue asesinado, esta vez creo que por alguien de su barrio, seguramente por el jefe por cómo se despedía y me decía que del barrio solo se salía con los pies por delante. Vaya, ninguna novedad con los barrios de mierda.. hasta los ovarios de verdad.
Parece que todos estén cortados por el mismo patrón, Riski también murió, el calvo también acabó palmándola en el puto hospital, y el otro y el otro y ...
Estaba un poco cansada, y necesitaba un respiro un descanso, hasta llegar a pensarme en cogerme vacaciones, yo pillando vacaciones? Me apetecía pillar un barco e irme al mar, tranquila sin agobios, y a poder ser sola. Pensar y salir del puto bucle en el que parecía que me estaba metiendo.
Y debo admitir, Liam mantenía esa parte de mi viva, me hacía replantearme muchas cosas, como si valía la pena esta vida, si valía la pena tanta muerte, si nos podíamos permitir un descanso, y si joder, me cago en dios, eso es lo que necesitaba.
Delegue mi trabajo en otros y desconozco como lo hicieron, me merecía irme una temporada de esta mierda y que otros se encargaran de todo, así que, le dediqué tiempo a mi estudio, a redecorar mi casa, a aprender nuevas técnicas de tatuaje y a Liam que me acompañó en todo momento. Y estaba metido hasta dentro en el tema, ya que me vio como acabé matando a Jayden sin pestañear ni dudar un solo momento, el ya sabía de que iba a ir el tema, de que iba mi vida, de que iba yo, y eso fue lo que impulsó a que el quisiera seguir conociéndome, como si de un puto masoca se tratara.
Sabiendo que donde se metía podía terminar con él en un pestañear, ahí lo tenía, a pie de cañón conmigo, en las buenas y en las malas, y más en las malas.
Me demostró tener lo que había que tener, estar a pie del cañón y lo que más me interesaba, que confiara en mí si le diera una orden.
Aunque nos tomamos unas vacaciones, el trabajo es el trabajo, y seguía estando en el negocio, esto no se deja nunca.
Y me seguía encargando de estar en primera fila cuando tocaba matar, pegar palizas, castigar y demás a quienes lo hacían mal o quien me contratara, si había algo que se me daba bien, era hacer sufrir a la gente.
Empecé a poner a pruebas a Liam, a ver de que era capaz de hacer, al principio le costaba, tenía dudas, y como es normal y yo prefería, necesitó su tiempo. Si fuera un asesino sin una pizca de compasión para que mierda lo quiero? la próxima podría ser yo, necesitaba a alguien que supiera apagar esa voz de empatía que a veces te suena, y que supiera cuando diferenciar trabajo de placer.
Yo tenía el control sobre mi, pero no iba a dejar que quien tenía a mi lado día y noche fuera igual en ese aspecto.
La verdad es que cada día mejoraba con todo, estaba al tanto de muchas cosas y aprendía a pasos agigantados, y era a mi parecer muy atractivo que le pusiera ganas en aprenderse que tipos de armas, el calibre, que cuchillo era mi favorito y en informarse. Se le notaban ganas, y como si fuera mi alumno, ahí lo tenía.
Lo más duro llegó un día en el que tuve que volver a Florida un fin de semana, si no contactaban conmigo tenían el número de Liam y tocó algo bastante duro.
Las cosas había que hacerlas, no podíamos nosotros echarnos para atrás, allí estaba Liam yendo a un encargo algo especial. Se presentó en el sitio indicado, y estaba él, tumbado en el suelo inconsciente, con las manos y los pies atados, sangrandole la cabeza y llenando el suelo y la camiseta blanca que llevaba de sangre.
Se acercó Liam, sabía como actuar, me había visto hacerlo muchas veces, pero.. y si esta persona era inocente? multitud de dudas empezaron a apoderarse de él, y si no merecía morir?
Se repetía constantemente que esa no era su decisión, que él estaba allí para no hacer preguntas.
Lo dejaron solo con el chico, Ivy estaba a escasas horas de llegar a Liberty City e ir a ayudarle, podía esperar o seguir el solo decidiendo hacerlo solo, quería demostrar que él podía y que no le iba a temblar el pulso, y aunque lo máximo que había hecho era pegar palizas o ayudar a Ivy a torturar, nunca había matado a nadie.
El chico se despertó pegando un pequeño gemido de dolor e intentando incorporarse, entró en pánico en cuando se dio cuenta que estaba atado de pies y manos, y que no podía ver nada, supongo que el dolor de cabeza que debería tener, también ayudó a que su corazón latiera como si se fuera a salir del pecho.
Empezó a gritar, es lo más común eso y preguntar que donde está, con quién está, qué hizo... Liam se quedó parado mirándolo desde arriba, intentando controlar su respiración, el pulso que le temblaba y que se viniera abajo al tener que arrebatar una vida y encima de alguien tan joven.
Aparentemente tenía unos 20 y poco años, era un chico negro con muchos tatuajes en la cara y en el cuello, entre ellos pudo ver unos tatuajes que aparentemente parecían de una banda de la ciudad, unos chicos llamados Blood street.
El encargo era no dejar ni rastro de él, daba igual como se tenía que hacer, pero teníamos que encargarnos de sacarle toda la información que pudiéramos y luego convertirlo en abono.
Liam se acercó por detrás y empezó a hacerle preguntas típicas:
Liam: ¿Cómo te llamas?
El chico respiró fuerte al escuchar la voz de Liam alterándose y amenazándolo a la vez, lo peor que puedes hacer, es amenazar.
Liam volvió a insistir, quien mierdas eres.
El chaval le contestó que Derek, para luego, insistir en que le deje irse, que tiene mucha pasta y que se la podría dar.
Derek: joder hermano, de verdad déjame irme, os habéis equivocado de persona, os habéis equivocado!
La cara de Liam cambió y sus dudas volvieron de nuevo a él, haciéndole las preguntas equivocadas.
Liam: ¿Cómo se han equivocado? ¿Por qué?
Derek: joder hermano, yo no fui, fue mi compa, yo no tengo nada que ver, los otros ya me han preguntado tío, de verdad!
Liam cerró los ojos, se giró y empezó a caminar de un lado a otro mientras le decía:
Liam: Crees que nos hemos equivocado? porque debería dejarte con vida? Y si es todo mentira...
Derek: Joder te lo juro tío, de verdad. Confía en mí, te puedo demostrar que es mentira todo.
Entonces, Liam hizo lo peor que podía hacer, quitarle la venda de los ojos al chaval y mirarlo. El chico le puso cara de no haber roto ni un plato, empezando a jurar por dios que él no había hecho nada de eso, que todo era una trampa, que querían deshacerse de él cuanto antes porque sabía muchas cosas, cosas que no puede contar porque no es un chivato.
Las dudas empezaron a hacer mella en Liam y el rato pasaba haciendo que fuera cada vez más complicado el matarlo.
Los minutos pasaban y cada vez se hacía más largo, los llantos de Derek más bestias al ver que Liam empezaba a dudar, hasta que Liam decidió y decidió que quería ver esas pruebas.
Le desató las cuerdas y lo ayudó a levantarse, si iba a matar a una persona quería estar totalmente seguro de que se lo mereciera, y eso que sabía que Ivy no haría en absoluto eso.
Derek se agarraba del costado, y en cuanto Liam le dio la espalda para indicarle por dónde tenían que ir mientras le avisaba que si hacía alguna tontería le pegaría un tiro, Derek se abalanzó contra Liam.
Este cayó al suelo pegándose un golpe en la cabeza, por un momento la visión se le nubló mientras notaba como empezaba a no poder respirar al tener a Derek encima de él con las manos en su cuello.
Liam empezó a intentar sacárselo de encima agarrándolo de las muñecas mientras poco a poco perdía la fuerza y se asfixiaba.
Recordó lo que siempre le dice Ivy, busca los puntos flacos de las personas, defiéndete aprovechando sus puntos débiles, en ese momento y con la última fuerza que tenía le pegó un golpe con el puño en el lado de las costillas que se agarraba en el momento de levantarse, haciendo que aflojara las manos que tenía en el cuello de Liam. Derek pegó un gemido de dolor mientras ponía cara de rabia y descontrol, permitiendo a Liam coger aire en ese mismo momento y clavar sus dedos en los ojos de Derek.
Liam apretó y apretó todo lo que podía haciendo que Derek se retirara y Liam pudiera recuperar un poco el foco de atención y empujarlo para poder llegar a la pistola que se le alejó al caer.
Mientras Derek intentaba levantarse Liam cogió la pistola y descargó el cargador entero en su pecho, su primera muerte, más que merecida.
¿Sabes qué ocurre con esto? Liam se llevó una paliza cuando lo vi en el suelo con las marcas en el cuello, tumbado en el suelo cogiendo aire como si no hubiera un mañana, y me di cuenta de que acababa de tener su primer y mayor error, confiar en la palabra de una persona que está apunto de morir y lo sabe.
Entré por la puerta con la pistola como si yo sola fuera a enfrentarme con toda la puta comisaría de policía de los Santos, dispuesta a tener que pegar de tiros hasta la saciedad y morir si hacía falta allí mismo, en ese mismo momento me di cuenta, joder... Ivy, Liam es más importante de lo que pensaba para mi.
Y es que sí, joder, sí, el puto amor me pierde, y es mi punto débil, no voy a mentirte, pero también es algo que me hace más fuerte, y yo, lo uso a mi beneficio.
Allí estaba Liam tumbado en el suelo mientras Derek caía de rodillas y posteriormente desplomado contra el suelo con el pecho como un puto colador, apreté los dientes y fui directa a por Liam, le puse la pistola en la frente y estaba dispuesta joder, estaba dispuesta a castigarlo por la cagada que había cometido, ese tío debería estar putamente atado, debería ya estar muerto desde hace un buen rato.
Ivy: Me voy a cagar en el puto satanás, Liam! ¿Qué coño has hecho?
Liam: Esper..espera, que coja aire.
Ivy: Ni aire ni pollas, como no me respondas como dios manda, el siguiente aquí en palmarla vas a ser tú!
Le cogí la pistola que estaba en el suelo, miré el cargador y estaba totalmente vacío, disparó descargando todo el cargador, joder, pasó miedo? sí que pasó miedo sí.
Liam se tumbó, se mantuvo en silencio, cerró los ojos y mientras intentaba controlar su respiración, le caían lágrimas por la mejilla. Había matado a su primera persona.
En ese momento recordé a mi abuelo, recordaba como siempre decía que debemos ser fuertes, pero tenemos que tener nuestro momento de sentarnos, pensar, llorar si hace falta y eso sí, siempre obligatorio levantarse. Recuerdo cuando maté al policía cómo me cambió el cuerpo, aun me duele haberlo hecho, y por culpa de otros, también recuerdo muy a menudo como esa familia se quedó si ese hombre, y cómo me afectó y lo mal que lo pasé. Y más que culparon a Fallath de ello, teniendo que aguantar el varios años de prisión.
Los tiros allí daba igual, no iba a escucharlo nadie, era toda una zona acordonada, y alrededores no había nada, me senté a su lado mientras él estaba tumbado, le cogí de la mano y me mantuve callada mientras se calmaba.
Me explicó que pensaba que se estaban equivocando y quería asegurarse de que no era un error arrebatarle la vida, vi como apretaba la mandíbula, como su cara de tristeza pasaba a rabia, su tono de voz cambió mientras me decía que se sentía traicionado, y que no iba a volver a confiar en la palabra de nadie que no fuera yo.
Debo admitir que sentí calma al escucharle eso, depende la persona responde de una forma u otra, otros se hunden y no vuelven a ser los mismos, depresiones, angustias, insomnio, pero Liam no, Liam se volvió más desconfiado en este trabajo, se planteaba menos las cosas e iba más al trabajo que a los motivos de porque esta esa persona debe morir.
Me dediqué en cuerpo y alma en apoyarlo y que esto no le cambiará la vida, que siguiera con ganas de seguir adelante y así fue, poco a poco empezó a dejar ese tema atrás, de ese cuerpo no se supo más, y es que los hornos son fantásticos, una barca los tiras al mar y encuentra tu los restos de nadie.
Empecé a enseñarle cosas por las que nunca se había interesado, como el poder torturar a alguien y no dejarle marcas, coser heridas, donde debería pegar un tiro si quiere que esa persona no se desangre en ese mismo sitio, aprendía de cada paso que daba, como hacía yo con mi abuelo y Marco, cada detalle era importante, siempre empatizar y ponerse en el lugar de la otra persona, cómo actuaría, usar la intuición y poder adelantarte a los acontecimientos.
Las semanas pasaban, cada vez estaba más cerca de Liam y nos volvimos uña y carne, lo quería, joder si lo quería y lo quiero, pero no estaba ni estoy preparada para volver a atarme a nadie, quizás la última oportunidad que le di al amor con Klay me pasó factura, solo sé que necesitaba mi tiempo, y el día que entré y lo vi en el suelo mientras el otro caía, pensé en quemar todo el local y que le dieran por culo a todo.
A partir de ese momento los trabajos se volvieron más fáciles, no hacía falta que le explicara tanta cosa, e inclusive se animaba a realizarlos él mientras yo me sentaba y le veía trabajar. Diría que se volvió más frío, quizás menos empático en estos casos, aprendió a separar las cosas a las malas, a las muy malas, apunto de morir. Pero a veces nos ponen esta clase de pruebas y al menos él sobrevivió.
Allí en Florida todo iba bien, estaban allí todos mis hermanos, Ian dejó en manos de sus trabajadores el negocio unos días de San Francisco, mi hermano Klaus estaba mirando de adelgazar el gordo, y el otro Dominik estaba como siempre haciendo el capullo junto a demás colegas con los negocios en Florida. Miami había sufrido varios cambios, cosa que pudieron controlar, encontré a muchos amigos, y otros tantos por desgracia no estaban, cárcel, drogas, muertos, y alguno lo que es peor, casado y con hijos.
No voy a mentirte, me habría encantado sentar cabeza con este tema de la ilegalidad y tener mi familia, darle a mi madre unos nietos y que dejara de pensar que tiene por hija una mala perra que se dedica a todo lo que ella no quería que se dedicara.
Mi padre, sin embargo, me miró con cara de orgullo y me dijo lo que yo ya sabía, cada día que pasa estás más guapa.
Es obvio, estoy genial, y el que no lo vea, que mire esa vista.
Esos días en Florida fueron geniales y me habría encantado presentarles a Liam, pero no podía ser por ahora, aparte, que les presento? si no es mi pareja, al menos por ahora.
-Hola mamá, papá, aquí Liam, me lo follo y demás, pero no es mi chico, ya que me estoy tirando unos cuantos más, y no me apetece atarme a absolutamente nadie. Gracias...-
No, mejor no, que no me apetece, allí me contaron que habían sabido de Fallath, pero que prefirieron no decirme nada, ya que había pasado página. Y la verdad que me sentó como 1 puta patada, joder, aunque ya no esté con él y se fuera sin decirme nada, él y yo durante muchos años fuimos el uno para el otro, y siempre estuvo a mi lado protegiéndome, y que le debo como 18 puñaladas una detrás de otra.
Las semanas pasaban volando como quien no quería la cosa todo cerca de Liam y lo que parecía que todo iba genial, se volvió a torcer. Llegué de trabajar en el estudio, un día de lo más normal, y allí estaba Liam esperando en la puerta de mi casa, con las maletas hechas esperando a que volviera del estudio para decirme que se iba.
Después de estar molida de haber tatuado una manga entera, ahí estaba él, yo deseando cenar y descansar y … me lo encuentro ahí. Sigo sin entender a día de hoy, aún habiendo recibido una carta suya, el motivo por el que se fue. Al parecer se ha suicidado, cosa que no me creo nada. Problemas con su familia y no sé que mierdas más, pero suficiente cualquier excusa para salir por patas y no luchar contra nada. Siempre estaba ahí y a la mínima, se fue.
Te acuerdas cuando te dije que estaba dispuesta y lista para estar a primera fila?
Bueno, la cosa no fue como una deseaba, las cosas estaban raras y habían más gilipollas dentro que fuera que aguantar.
Total, es lo que tiene cuando no hay un líder, que se suben algunos y se piensan que están por encima de los demás, mentiras y más mentiras, ganas de joder las cosas sin más.
El primer mes lo pasé de ida y vuelta constante, entre el casino por ayudar a Liam y la mafia, con más de 200 números en el teléfono, no dábamos a basto.
Pero bueno, las cosas como son, la mayoría iban a morir más temprano que tarde, así que solo era cuestión de tiempo.
como dicen, de los deseos solo quedan las pestañas… La cosa se empezó a torcer, Liam estaba cada vez más alejado de este mundo, es lo que hay tener que llevar 1 casino solo. Mi ayuda no servía de gran cosa, y bueno..empecé a dejar el estudio de lado. Supongo confié demasiado en quienes metí ahí, me sentí libre de poder dedicar más tiempo al grupo en el que estaba o ayudar a Liam que a mi estudio pequeño y cutre en una zona problemática.
Y está bien, no pasa nada, a veces las cosas cambian, deben cambiar para que la vida siga fluyendo. Todo saltó por los aires, por más que hacía nunca era suficiente, por más que le dedicaba no hacía lo que supuestamente debía, y empezó una serie de dedos a señalar cosas que nunca en la vida haría, tengo principios pero no finales.
En fin, la pausa es sana, no puedes entregarte al resto olvidándote de tu calma, si lo estaba escuchando en la radio y me pareció 100% clave esa frase.
Total, salí, y salí mal parada, cogí mis cosas, pillé a doble cheese burguer y me volví a Florida, unas vacaciones no me iban a venir nada mal, y aquí sobraba cuando no se apreciaba lo que hacía.
Y diría que es de las peores decisiones que tomé, en vez de coger el toro por los putos cuernos, enfrentarme a todo lo que podía, ya que me sobraba más cojones que ellos, me piré.
Sabía que Liam no estaba bien con esa vida, y bueno, decidí eso. Me jodo, que sí, me jodo.
A fin de cuentas era mi pareja y pensaba que era con quien sí, esta vez iba a poder pasar el resto de mi vida o lo que quedara de ella si lograba salir de toda esta mierda.
Esos meses en Florida con Liam fueron geniales, me trataba como una reina, me hacía sentir especial, hasta que se fue.
Si señor, te suena no? pues sí, se fue. En cuestión de horas, todo lo construido se fue a la mierda.
Sus motivos tendría, pero se volvió a repetir los mismos pasos. No te diré que acabé destrozada, para nada. Ni una lagrima solté, yo valgo una puta barbaridad, no voy a arrastrarme por nadie, le pedí explicaciones y le expliqué que yo también había pasado por mucho, pero aun así, no dejaba a nadie atrás. No entendió, no quiso entender o ya tenía las cosas claras, que volví a ser despreciada de la vida de otra persona más.
Puedo decir orgullosamente que Liam ha sido la persona que más feliz me ha llegado a hacer, y con el todo era magia. Tal como terminaron las cosas, no pude hacer más que darle su espacio y lo que el quería, que era dedicar tiempo a su familia y sus cosas, pues no tenía hueco yo en su vida.
Y pensarás, aun así era la persona que más feliz me hizo? sí, claro. Cuando nos conocíamos, la primera vez que lo hicimos, sus besos, su apoyo, su voz.. todo era jodidamente magia con el.
Tenía 30 años cuando el asunto empezó a mejorar, recuerdo como me planté con 25 millones entre paredes en un local de mala muerte donde no había ni cristo que quisiera entrar ahí, mientras en Florida tenía más dinero seguro.
El trabajo daba sus frutos, el trabajo duro más bien. El sacrificio personal me permitía poder darme todo tipo de lujo, aunque lo que yo quería era estar bajo el radar, que no me tocaran mucho las narices, tener la vida de una tatuadora, y aunque el estudio era fantástico y tenía cantidad de clientes, un tatuador no saca 25 millones en poco tiempo, ni nunca.
Y qué decir, mi organización había crecido de una forma descomunal, se encontraba localizada en varias ciudades y sumamos a bastante personas en ella, tanto que empecé a tener dudas de si había dobles por ahí, que usaban el nombre en su beneficio.
Pronto éramos un grupo cerrado, donde me juntaba con gente que había dado mucho de ellos en que esto creciera, y aunque económicamente sacábamos sustento de lo ilegal, siempre procurábamos ser nosotros quien llevara la batuta de todo. Llevar el control de lo que entraba y salía de la ciudad, procurar que no se fuera los barrios a la mierda, que los negocios no sufrieran más de lo que sufrían, los ciudadanos de bien pudieran seguir con sus vidas, mientras nosotros sacábamos beneficio por hacer lo que la ley no hacía, castigar.
OBDC me gustaba llamarlo sindicato del crimen, control de plagas, como tener todo bien atado y no permitir el descontrol excesivo dentro del descontrol habitual, al ser conscientes de que es imposible mantener la paz y que siempre esté todo bien. Siempre habrá quien salga del marco legal, y si no hay quien lo controle, muchos descerebrados lo seguirán. Y ahí estaré yo, dispuesta a acuchillarles el cuello y hacer lo que haga falta hacer.
A nombre de mi padre compré esta casa, con él sí había más razón de que estuviera al menos a su nombre, preciosa por dentro. Una casa de ensueño, como en la que vivía en Miami. Aunque yo me independicé bastante pronto a mi propia casa, eso de compartir casa con 6-7 personas es un dolor de cojones que flipas, y como podía lo hice.
A fin de cuentas, vivía enfrente de ellos, pero con mis normas, lo que disfrutaba yo yendo descalza por la casa sin que me dijeran nada, o poniendo la música como yo quería sin que mis hermanos se quejaran por oír Heavy Metal y no lo que ellos querían.
Cada poco tiempo volvía a Florida, me pasaba unos días allí con ellos, me relajaba, recuperaba las pilas y volvía a Liberty City donde ya tenía un hueco bastante grande en la delincuencia de allí, mi nombre había salido varias veces entre muchos líderes en las reuniones que teníamos, hasta que al final, empecé a ser yo la que organizaba esas reuniones. Era yo la que decidía y la que ponía los puntos y aparte en sus historias.
No voy a decir que era la más temida, pero por mis manos ya pasaron muchos subnormales que más bien tenían a los suyos como esclavos y no como parte de lo que tenían organizado, y es así cuando desde dentro se te revelan y te expulsan de lo que has creado. Yo estoy segura de que si un día me pasara eso, sería sólo por el afán de querer tener el liderazgo y no por tratarlos como si fueran del montón. Mi abuelo me enseñó que a los míos, se los trata bien, se les apoya y se les defiende de todo, que el líder es el que más trabaja no el que más manda, el líder es la cabeza fría y el que no teme arrodillarse junto a los suyos cuando hay que hacerlo, que de nada sirve tener un ejército cuando solo te temen y no te respetan.
El respeto siempre estará por encima de todo, siempre. Sabes lo que es, que la mitad de una organización pida sitio por nuestros ideales? por el simple motivo de que su actual líder ha querido demostrar su poder matando a 2 de sus integrantes sin haber hecho absolutamente nada?
Ese fue uno de los mejores pasos que pegué en esa ciudad, como toda mi gente totalmente fiel rodearon a más de 7 integrantes de otro grupo, estos se pusieron de rodillas y pidieron que se terminara con los asuntos en los que estaban metidos.
Su actual líder había ejecutado a 2 integrantes para demostrar el poder que tenía al ver que se le estaban revelando, estos cogieron puerta en cuanto pudieron y se plantaron en el local donde sabían que podían encontrarnos por otras reuniones que habíamos tenido.
Yo no me fiaba una mierda de esta gente, pero bien planeado podría ser que tuviera ante mí una oportunidad increíble para quitarme a una de las organizaciones que estaban entorpeciendo en mi camino.
Uno de ellos ya había tenido contacto con él, ya que era un buen fichaje para cualquier grupo organizado. Médico y encima muy bien visto en la sociedad, alguien como él que tenía una entrada totalmente libre en ciertos lugares era un miembro importante que había que cuidar. El resto? Un ex militar que las facturas lo ahogaban, que si un par de tenderos que no llegaban a final de mes con ese trabajo, las facturas médicas y demás…
Si te pones a mirar realmente, la mayoría que se meten en esta vida es por necesidad y luego los hay como yo, que hemos nacido para eso. Como esa frase que dice,
que no hay que temerle tanto a la grandeza, algunos nacemos con ella y a otros les pesa… Y estaba claro, que a mi lo único que me pesaba era la cartera de lo forrada que estaba.
No diré su nombre pues siempre usaba nombres distintos y solo yo, a día de hoy sabía realmente su verdadero nombre y de donde venía, era un tío bastante guapo, muy atractivo, tenía ese qué… esa chispita que hacía que a más de una le hiciera palmas el chocho. Era un ligón, un tío con las facilidades de tener a cualquiera conquistada. El y yo no pegábamos ni con cola, teníamos carácter muy distinto y sinceramente, nunca me atrajo por muy bueno que estuviera.
No había día que lo viera con la misma chica, aunque realmente a mi lo que me interesaba es que tuviera a mis gente con vida, que no tuvieran que pasar por una factura e historial, luego se le paga en mano y fin. Recuerda que un tiro, una puñalada… es sinónimo de maderos dando por culo.
Era importante que los que seguían siendo sus jefes, los que mandaban, no supieran nada de lo que teníamos planeado hacer, y como no me fiaba una mierda de ellos, ellos serían quienes empezarían el tema. Si alguien tiene que palmarla, serán ellos…
Luciano, el jefe, era un tío bastante serio, una persona con la que conversar se hacía complicado, es lo que tiene creer que por que te tengan miedo iban a tenerte respeto, yo prefiero tener en mi poder las 2 cosas.
En principio no era nada fácil, no podía sospechar de ellos y mucho menos, que alguien les haya seguido y que se puedan oler la traición. Así qué, me adelanté.
Hablé con el, de líder a líder, y le comenté que tenía a 2-3 personas que intentaban joderle el negocio, los tenía muy cerca, ¿nombres? no pude averiguarlo, sólo se que ese día iban a querer joderle, tenía que ser todo muy creíble, mientras todos sabían que yo y los míos íbamos a ayudarles a TODOS.
Sé que se podría liar muy bestia, pero si se llega a liar, que pasaría? morirían de los suyos, los míos no. Y dentro de lo que cabe, me interesaba eliminarlos, de una forma u otra. Así qué, me hice de confiar con Luciano, mientras que los otros sabían que también les iba a ayudar, que era realmente lo certero.
Luciano empezó su reunión ya advertido que 2 o 3 personas de las que están en esa reunión de 15 que eran los iban a traicionar, realmente eran 7, con chalecos y armas proporcionadas por?? sí, por mi.
Lo escuchaba absolutamente todo, sabía que pasaba, por donde iban los tiros, quien iniciaba discusión y quien quizás empezaba amenazando.
Luciano se levantó y empezó a pegar gritos, cogió la beretta que tenía en su mesa al lado y quitándole el seguro le pegó un tiro al médico en el pecho a unos 12 pasos de él.
Este tenía chaleco algo que nadie se imaginaba que sucediera, era el más preciado, todo el mundo lo sabía, sabía que ese hombre valía oro.
Gritando comentaba que - Imaginaros si me importa vuestras vidas, que me cargo al médico-
-¿Quienes son los que me están traicionando?- Gritaba.
Solo 2 de ellos se pusieron de rodillas, mientras tanto estábamos nosotros entrando como el puto pedro por su casa, mientras yo en voz alta le decía a Luciano que ya estábamos aquí para reventar a los traicioneros. Caminé y me puse delante de los chicos que estaban de rodillas mientras conversaba con Luciano y el resto de mi gente rodeaban todo el espectáculo que había montado. El médico empezó a tomar conciencia mientras se quejaba del dolor que causa un tiro por mucho chaleco que se tenga, mientras gritaba y se cagaba en la puta madre que parió a Luciano.
Luciano se giró hacia el médico, se le veía confundido y sin saber qué ocurría, con los brazos abajo y la pistola en su diestra, y justo en ese momento de incertidumbre, levanté mi mano diestra con la pistola sin seguro y disparé a su cabeza. Los suyos se levantaron, pero mi gente ya tenía las armas apuntándoles inclusive muchos de ellos poniéndose entre ellos y yo. Alguno tiró un culatazo dejando inconsciente y sin muelas a más de uno.
Sí lo sé, soy así, qué quieres que le haga? Los chicos que iban a traicionarlo estaban al loro de mi doble jugada, recuerda que no me gusta ir con falsedades y a los míos les soy totalmente sincera, y que menos, si esos iban a empezar a currar con nosotros, había que demostrar lealtad y palabra.
Ayudaron a levantarse al médico y nos fuimos de allí lo antes posible, no sin antes avisar a los que se quedaban tan fieles a Luciano, que cerraran la boca, no todo el mundo tiene 2 oportunidades conmigo, y si querían trabajar sabían donde encontrarme.
Estaban tan segura de que iban a venir a seguir con sus vidas de delincuentes con doble cara, que al día siguiente un par de ellos ya estaban ofreciendo sus servicios, abogados, policías, gente que movía mucha información y otros pues que como cualquiera, quería dinero en su vida.
Siempre sigo el mismo patrón, lugar donde voy, lugar que dejó huella, tanto si quiero como si no, y así fue en Liberty City, dejé a mi gente allí encargándose de O.B.D.C y me marché, con una mano delante y otra detrás. Con 2 estudios a mi nombre, mis propiedades en general cuidadas por gente que confío en ellos, ya mi etapa había terminado al menos una temporada allí.
Avisando con antelación y colocando líderes para que no se jodiera el asunto, decidí pirarme a Los Santos. Había hablado tantas veces con Fallath, mis hermanos y mi gente que allí reinaríamos, que el pensar que iba a ir sola a algo a lo que aspirábamos tanto todos, me daba cierta incertidumbre y respeto a su vez, estaba deseando pero a su vez no sabía por donde iba a empezar. Allí ya habría gente poderosa? o solo pandilleros de mierda reinando las calles y muriendo al cumplir los 20?
Alguien tenía que entregarle las armas? de donde tenían que venir esas armas? y la droga.. había mucho que ver y controlar.
Aterricé en Los Santos, como bien sabrás, con una mano delante y otra detrás, 32 años, y sabiendo de sobra que el crecimiento aquí no iba a ser ni de cerca como fue en Liberty City. Con el dinero justo y necesario para mantenerme unas semanas, volvía otra vez la sensación de nuevo inicio.
Caminaba como si dios fuera mi guardaespaldas, cogí un taxi y me planté en el hotel al lado de la playa, y a pocos pasos uno de los estudios de tatuajes más famosos de Los Santos, The Pit.
En el hotel dejé todas mis cosas, me alquilé una moto y me di una vuelta por la zona.. el gimnasio estaba lleno de machos ‘’alfas’’ pegando gritos de bestias, bestias apunto de morir. Se me acercó un tío, baboso a más no poder e intentó ligarme. En fin, puto ascazo, le cantaba el pozo que daba gusto, pero se presentó como el dueño del estudio del que me estaba interesando…
En resumidas cuentas, en cuanto supo que soy tatuadora entre muchas otras cosas me ofreció currar allí. El caso es que no voy a anclarme en algo que no es 100% mío así, qué… invitada en ocasiones necesarias.
Los tatuadores solemos invitar a otros tatuadores a los estudios para realizar ciertos trabajos y así fue.. durante 3 siguientes putos años, sacándole el curro que otros no podían hacer. Tenía una lista de clientes fijos y con paciencia, comencé a sacar información, la gente cuando está sufriendo y le preguntas cositas, empiezan a soltarte cada barbaridad, que podría hacer varios libros al respecto.
Mis contactos comenzaron a enviarme material poco a poco, en cantidades moderadas que en pocos días conseguía venderlos. No me apetecía comenzar algo gordo estando sola y lo mejor es ir paso a paso, cumpliendo objetivos. Algunos ya me conocían de hace años, de Florida, Liberty City… de salvarles el culo en momentos necesarios, y para que mentir, me debían algunas.
Más fuerte que nunca pero a su vez más sola, sin saber que me deparaba la vida, no me daba miedo, realmente para los tíos que venían a mi vida, mejor estar así. Me podía fiar de hombres menos 50.
En esta ciudad estaba sucediendo algo muy gordo, mi experiencia me hacía reconocer patrones básicos de conducta de más de uno, todo estaba comenzando a descontrolarse, si no lo estaba ya. Llevaba pocas semanas en la ciudad y la gente bailaba al son del dinero sin ocultarlo.
La policía se descontrolaba en redadas, palizas inclusive a gente que se rendía, muchos derechos desaparecieron y cada vez había más descontrol e inseguridad.
Las empresas y compañías desaparecían, mudaban a otras ciudades y muy pocas conseguían conservar clientes, otros directamente contrataban seguridad, si es que se lo podían permitir.
Observaba, vigilaba lo que ocurría y me apartaba de todas las movidas posibles, no quería que me diera esta bomba en la cara, y si tenían que caer, que fueran otros.
Todo este tiempo mantuve distancia absoluta de todo ser vivo que respirara a no ser que me tocara tatuarle o pasar material a mis contactos de confianza. Paseaba y mi ego estaba tan alto que era imposible que nadie me atrajera, tanto tiempo queriendo estar en esta ciudad y llego cuando está podrida del todo.
Decidí dejar que todo fluyera, que fuera avanzando la cosa como quisiera, estaba por caer, era algo obvio… Pero mientras tanto, no podía darme mucho a conocer, no quería recibir una bala perdida que no iba para mi y más con los antecedentes que tengo.
Poco a poco se podía ver como la ciudad perdía fuerza, todo era un desmadre, inclusive quisieron entrar a robar al estudio, pero bueno… el dueño usa todo de mala muerte y yo cuando tatuaba, cerraba con llave. Nunca teníamos nada de valor, lo único como muy mucho las maquinas de tatuar, ya que facturar era casi todo por tarjeta directo al banco.
Alguna vez quisieron robarme, es más, el intento más gracioso fue cuando un tío ya con sus años sin taparse ni nada, quiso robarme el collar que mi abuelo me regaló. Eso si que no, puedes robarme el reloj que no tengo, los 5 dólares que llevo encima o hasta el móvil, pero mi collar no.
La gente pasaba penurias y lo siguen pasando, pero te aseguro que al arrancarle los dientes a ese mierdas, hice muy feliz a algún dentista.
No tienen cuidado, cuántas veces he avisado que no se puede robar a la gente sin ir tapados? Que nos acordamos de las cosas y quizás encuentres a alguien que vaya a denunciar a la policía, que haré un pequeño inciso aquí.. ¿Qué policía?, ok está feo reírme de los inútiles estos, sigamos. Pero no vayas a robar a alguien que mide 1,57 y va por la vida como si al abrir la boca le saliera el peor veneno del mundo.
Joder, de verdad.. no tengo cara de tener amigos, no tengo cara ni actitud siquiera de querer que respires, tu mismo cavas tu tumba.
Agarré, me lo llevé y lo ya comentado, sin dientes. Como adoro el olor a sangre, ese sabor a metálico, esa sensación templada que te da la sangre al pasar por tus dedos al salir recién del cuerpo del torturado.
Notar como cada diente empieza a aflojarse, que por más sanos que estén, acaban cediendo con la fuerza. Este era un mierdas que encontró a la persona equivocada.
Me lo llevé a una de mis zonas favoritas, cuando despertó del golpe en la cabeza ya no podía hacer nada, otra vez mi mascara de cerdo y yo volvíamos a disfrutar del pulso acelerado de mi víctima, otra vez volvía a deleitarme los oídos los gritos mudos que sus gargantas intentaban expulsar, disfrutaba de nuevo del poder que conlleva el arriesgarse de esta manera.
Mi especialidad siempre fue cortar, esa sutil pasada de una navaja tan afilada que cortaría el viento, una hoja tan bonita y afilada como un Bisturí quirúrgico, esa pasada podía perfectamente atravesar piel, tendones, músculos…
Pero esta vez me apetecía unos alicates, notar como esos dientes se rendían a la fuerza y acababan cediendo, como poco a poco empezaban a flojear a sangrar y esta persona a desesperarse del dolor.
No podía tardar, me llevó 15 minutos retirarle todos los dientes excepto una de las muelas que no hubo forma, solo conseguí partirla en dos cosa que me de lujo para que no olvidará durante un tiempo.
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